“Esto son recuerdos de un pasado de lugares ya remotos cuando no era mas que un trozo del adulto que ahora soy. Ese viaje que hice en bicicleta Con burbujas en el aire La ciudad que eran dos calles Tan enanas como yo. Guardo en un baúl dos mil recuerdos Que quedaron de aquel tiempo Ese olor tan infantil…” (Pedro Guerra) Hace tiempo, no era más que una niña, quizá ahora siga siéndolo pero todo ha cambiado Karen, cambió demasiado, más de lo que cualquier pequeñaja pueda desear. Antes era yo quién preguntaba constantemente el porqué, qué es eso, qué es lo otro. Mis responsabilidades se reducían al beso de buenas noches a mis padres, tú sabes Karen, también eres una niña. Por aquel entonces conseguir una bolsita de lacasitos era todo un milagro, por eso de los dientes, la tripita, ahora siempre los encuentras por las esquinitas de mi casa. Al cole iba a jugar y no a trabajar, cuando entro por la puerta en las tardes de invierno y veo a todos los pequeños siempre recuerdo algo que me dijiste un día “a todas nos gusta y cuanto mas fuerte mejor, para quedar exhaustas y olvidar todo”, es posible que sea verdad, de hecho lo es, quisiera borrar tantas cosas. ¿Has visto lo que dice esa canción?, es la parte esa de las calles, cuando era más pequeña (Seguro que aquí Pierre pensará “Más aúnnn”?) es cierto que la ciudad eran apenas dos calles, separadas por una inmensa carretera que en ocasiones me aventuraba a cruzar yo solita, tenías que ver el escándalo que armaban mis papás. Poco a poco Madrid se fue convirtiendo en una ciudad de verdad, una ciudad inmensa llena de rincones desconocidos y atractivos, repleta de gente por conocer, con miles de loquitos como usted que buscan su sitio entre tanto coche. La ciudad se ha ido comiendo los espacios verdes, cuando lo descubrí comencé a pensar que alguien se había empeñado en derramar asfalto sobre mi cabeza para borrar todos mis recuerdos de parques con columpios. Imagina, cuando era así de chiquita Lima ni siquiera existía, luego se convirtió en un lugar lejano hasta que usted y Pierre me lo hicieron llegar como un lugar imperdible, ahora Lima es también un cúmulo de calles por las que hay que pasear y tomar hasta que la noche comience a clarear, quizá en ese momento Pierre se empeñe en llevarse el ángel y de ahí en adelanta nadie sabe lo que ocurrirá. Poco a poco a Madrid le creció la historia a mi lado, los lugares comenzaron a tener sentimientos unidos a mi y a mi historia. Cuando era más chiquita yo no tenía historia Karen, y ahora todo se complica. Igual ha ocurrido con Lima, ahora tengo conmigo dos chiquitas limeñas que siempre me recuerdan a usted y a Pierre, En ellas todo es sencillo aún, las hablé del mes morado que me contaron, ahora se que no tenía que haberlo hecho, me explico, Jessica me dijo que ella pensaba que el morado era un color y que ahora se enteró que es un mes, entonces ella cumple los años en morado, no entiendo nada María¡ me gritó. Justo en ese momento comprendí que a Pierre le den ganas de parar a la gente de cabeza y así lo hice y fue como tenerte parada cabeza abajo escuchando tus carcajadas, pero no, era Jessica la que estaba así, ¿ves? Todo se complica cuando dejas de ser chiquita. De pequeña siempre quise tener un perro, ahora mi perrita me acompaña en las noches de insomnio, es blanquita y contrasta con el gris de las calles, pero todo se complica con las comidas, las épocas de celo, las horas de salida. Si hace años hubiera tenido una perrita lo habría disfrutado como un juguete y mi mamá se hubiera preocupado por lo demás, como hizo con todo. La hubiera contado a mi mamá que tengo dos amigos limeños y que los quiero cerca y ella te hubiera agarrado de las coletas y te traería cerquita de mi, ahora y por el momento, solo puedo hacer como Emilien. Ella mira los aviones y me dice “en uno de esos llegará mi papá desde Lima” y yo la digo “ojalá y que venga con Karen y Pierre” y ella sonrie, de ahí la paro cabeza abajo y la cuento la historia de la caracola que atravesó el mundo para traerme un cachito de usted. Entonces me doy cuenta que cumplir años no siempre es crecer. Felicidades Karen sigue encontrando y creciendo |