Dame pequeñas dosis de ti para detener esta agonía,
No necesito tanto más de lo que te puedas imaginar
Renuncie de hace un tiempo a las horas eternas y a la luz solar

A cambio píntame una galaxia en esta oscuridad
regálame uno que otro astro en besos cortos y suaves,
porque innecesarios son los comentarios y las palabras,
Solo preciso de tus astros brillando en el abismo que me invente

Que no me queda ya ni la sombra y que a veces se duerme
Mientras con las ojeras que sostiene mis ojos recorro los movimientos
Que nos unen al seguir entrelazando nuestros dedos como serpientes

Lloro a veces y miento para sobornar las penas,
Despierto tarde para que el sueño se extienda en el desayuno
Y ni el agua ni el roce con los fríos cortes de viento me devuelven esa
Sensación de que todo comienza otra vez

Si ya nada más quedan un puñado de reencuentros,
Así que ven aquí y recuérdame que todo estará en su lugar
Los retratos y las cartas bajo tu almohada,
los platos sucios y el libro sobre la mesa del salón
aguardando que los visites y te hagas cargo de mi desastre

Antes que empieces a volver estaré esperándote entonces,
Muy probablemente en un lugar distinto al de siempre
Pero estaré allí ; es un compromiso

El tuyo será volver y darme una muerte de abrazo
Quizás un beso bajo resguardo del sol
Una siesta y un sueño profundo

Más tarde lo dejaremos para flores y versos