DON TOTO,EL MAQUINISTA
I.- DON TOTO
El “ Toto” sabía que Don Alvarez era su única salvación.
El era el único en todo el barrio que conocía el despiece de la Locomotora nueva, con el que tomarían el exámen.
Qué lástima que cambiaran el modelo...si él se lo sabía “de memoria”.
Pero la mala suerte lo perseguía desde el nacimiento de la Adrianita...desde ese desgraciado día ,nada fue igual.
Y-para colmar la medida- a un mes de dar el exámen para
Maquinista,cambian el modelo.-
"Un solo mes para aprenderse toda una locomotora completa! Para mayor desgracia se comenta que en el Ramal a Pipinas van a eliminar la máquina de vapor,y a reemplazarla por una Diesel.Y ahí sí que se termina el negocio...Justo en el momento en que hace más falta la plata...."
Es que si se suprimía la máquina de vapor,se acababan las paradas para reponer agua,que El Toto aprovechaba para extender el “Pega Pega” en los alambrados contíguos a la estación...Las mismas paradas que al regreso le permitían recoger hasta veinte”Cabecita Negra” y alguna que otra “Reina Mora” que las vecinas esperaban ávidamente.
En la canasta de mimbre de la ropa,El Toto los trasladaba fácilmente al jaulón del patio de su casa,que se convertía en salon de exposición y venta.
Para ello contaba con la “vista gorda”del Capataz,que cobraba sus favores recibiendo los mejores “Llamadores” que se conseguían por allí.
Pero ,hoy por hoy,la única posibilidad de mejorar la economía familiar,era El Exámen. Y Don Alvarez,la llave para ese bienestar. “TOTO DELLAQUA,Maquinista”. Ese sería el final de una carrera,y un pasaporte al respeto de todo el barrio.
Don Alvarez,era -hasta ese momento- el único Maquinista.
Los demás eran “Señaleros”,o “Cambistas” ,gente de “piso” que no llegaría jamás a esa posición.
Pero el ya estaba arriba de la máquina.Era “foguista” y con la ayuda del gallego...
"Que desgracia!...Justo a un gallego.¡Como voy a pedirle que me enseñe el despiece de la locomotora nueva...!Cuantos pajaritos me va a costar!
Tal vez con una “Reina Mora” y un “Rey del Bosque” se pueda ablandar la cosa.Esta noche,cuando los chicos se duerman,voy a hablar con Asunta.Que ella le saque la conversación a Doña Elena,cuando se encuentren en la carnicería...Que le diga como al pasar :.. El Toto tiene un Rey del Bosque y una Reina Mora como no hay dos....pero no los vende por nada del mundo.
La vieja,que siempre quiere tener lo mejor en todo,le dirá al gallego que trate de comprarme los pájaros y entonces...
¡Caiste¡
“Como no,Don Alvarez...siendo para Usted....pero no se los vendo,se los regalo si usted me hace un favor muy especial”
Y cuando el gaita diga “encantado”...!Queda enganchado !
Locomotora,despiece,exámen y...!Arriba Toto!!!!"
II.- ASUNTA,ESTER Y ADRIANITA
Cuando Toto se casó con Asunta,su única novia,a nadie le extrañó.Cuatro años de zaguán eran mas que suficientes para “conocerse” asi es que,aprovechando el cumpleaños numero dieciseis de la niña,la madre organizó la “entrada oficial y pedido de mano” del novio.
Para entonces,Toto era “Aspirante a Foguista” del Ferrocarril Roca.
Todo el barrio trabajaba en el ferrocarril: El padre del Toto,el abuelo de Asunta,don Alvarez...Salvo el “Bufito” que era Cartero y “Totingo” que levantaba quiniela,todos eran “trabajadores del riel”.
Total,si desde que era chiquito me la paso en la casa de la Asunta, entrar como novio oficial es lo mismo...
¡Que tarado! En seis meses me “empaquetaron para regalo” y caí en la trampera.
Al poco tiempo,Asunta quedó embarazada Tuvieron que cuidarse seis meses,para evitar “las lenguas del barrio” que andaban con el almanaque en la mano.
Entonces sí que el Toto se puso “ancho”.
“Macho,Toto!” le gritaban al entrar al Galpón.
“Viene el Totito” le decían cuando se sentaba en el cordón de ladrillos rojos,con la canasta y el sandwich de milanesa...
Pero vino Ester.
¡Justo a mi,a Toto Dellaqua,me viene a pasar esto!
Estuve casi un mes sin hablarle a la Asunta,y ésta,llorando.
La fobia de Toto por las mujeres,venía de un sencillo razonamiento: En el ferrocarril no tomaban mujeres.
Una mujer-decia Toto-no puede ser ni “Cambista”...!Ni “Guardabarreras” puede ser! En consecuencia,una boca mas que alimentar y una “honra” mas que cuidar.
Lo de Ester,rápidamente se convirtió en uno de esos temas que no se hablaban en el entorno familiar.Cuando Toto aparecía por el medio de la calle,con el mameluco azul y la canasta de mimbre,Asunta “ponía el agua para el mate” y Estercita se esfumaba a la casa de algun vecino.
Pero lo de Adrianita,casi termina en tragedia.
Cuando el Toto se enteró se puso como loco.Corría por toda la casa blandiendo la Esquiltuna y gritando.”La voy a matar! Me trajo otra puta más!...! Otra mas!
Ademas,con la llegada de Adrianita,comenzaron los problemas económicos. |
“Me trajo la mala suerte” decía Toto a quien quisiera oirlo.
A pesar de sus maledicencias,Adrianita crecía saludablemente y pronto aprendió a esconderse de las iras de su padre.
III.- LAS CLASES CON DON ALVAREZ
Ese lunes,se produjo el milagro.A la hora del almuerzo, la “4015”,la locomotora de Don Alvarez entró al galpón.Entre el ruido y el humo blanco del vapor,la escuálida figura del gallego emergió y se dirigió “derechito” al Toto,que casi se atragantó con el sánguche.
Don Alvarez se sento,silencioso –casi nunca hablaba de nada- y mirando al suelo pronunció las palabras mágicas:
- “Totito:Es cierto que usted tiene una Reina Mora y un Rey del Bosque?”
El Toto casi se cae del banco donde apoyaba la canasta y el termo.Paladeó el instante de triunfo,y en tono casi inaudible contesto:
- “Ssssi,ppppero no los vvvendo”
El gallego prendió un “Particulares Fuerte” y soltando el humo por la nariz y la boca al mismo tiempo pregunto:
- “Y por qué?”
El toto se puso blanco.El pulso le galopaba y con el mismo tono de respiración contenida respondió:
- “Los guaguaguardo pppara regalárselos al que....”
tragó saliva y lo soltó de un tirón:
- “...me ayude a aprobar el exámen del mes que viene.”
Desde que se dieron la mano en el galpón,Toto ya se sentía maquinista.El ya hacía mucho que manejaba locomotoras.
Pero una cosa era manejar la máquina en el ramal a Pipinas y otra cosa “ser Maquinista”.
De manera que a partir de entonces,cada tarde de los siguientes treinta días,Adrianita y Ester siguieron jugando en la puerta,porque su padre se quedaba en la mitad de la cuadra anterior,en la casa de Don Alvarez.
Y cada tarde,Don Alvarez,en camiseta musculosa y pantalón arremangado,descalzo y en el patio recien “baldeado” , desplegaba el plano sobre una mesa de madera y describía con voz grave “las mil y una piezas” de la terrible locomotora que El Toto debía aprender y éste escuchaba y anotaba preguntas en un cuadernito ,las que luego Don Alvarez, “Genio de los Planos Sombreados a Lápiz”, “Padre de la Locomotora Moderna”, respondía certeramente.
Como una enciclopedia parlante,el gallego describía engranajes, mecanismos,palancas y manómetros y advertía con vos grave: “ En una emergencia en viaje,el único que puede salvar la situación,es El Maquinista...!Los demas son de palo!”
Palos te voy a dar si no llego a aprobar el exámen,gallego charlatan! Pensaba el Toto.-
Los pajaritos los había llevado el primer día,en una jaulita que al día siguiente Doña Elena cambió por otra de barrotes retorcidos y bastidor de hierro forjado,pintada de blanco.
“No los iba a dejar en ese cuchitril” le dijo.
El Toto no sabía muy bien que quería decir cuchitril,pero le sonó como un insulto.
Poco a poco,Toto desentrañó uno a uno los secretos de la locomotora y se fue haciendo “ducho” en la descripción de instrumental y de circuitos.Los días pasaban y con cada uno de ellos,se acercaba mas a su meta.
Asunta –por su parte- se cuidó muy bien de decirle que tenía un “atraso” de casi un mes...No sabía como lo tomaría,asi es que se encomendó a todos los santos,y se calló la boca.
IV: EL DIA ESPERADO
El día del exámen,Toto se estrenó un Mameluco azul,una camisa celeste y se lustró los borceguíes.El poelo se lo cortó cortito “como un cepillo” y se lavó cuidadosamente las manos con una crema de desengrasar.
Esa tarde,no paró en lo del gallego.
El y solo él,se había enfrentado a los supervisores,y les había recitado “de corrido” el plano de la Locomotora Nueva.
De manera que el triunfo era sólo de él.Al gallego ya lo vería mañana.
Deliberadamente caminó despacio las cinco cuadras que había entre el paredón de ladrillos rojos y su casa.
Nadie le preguntó nada...para qué,si se le veía en la cara.En medio de la frente,debajo del cepillo,entre ceja y ceja se podía leer: “DON TOTO,MAQUINISTA”
En la cuadra anterior a su casa,la vecina lo saludó:”Chau,Toto...Asi que ya sos maqunista?...menos Mal,Porque con tres hijos...”
Toto no entendió el doble sentido y siguió caminando como un pavo real,por el medio de la calle.Saludaba displicentemente a diestra y siniestra y solo apuró el paso al pasar por la puerta de la casa de “don Alvarez”.
En la suya,parecía Navidad.Habían puesto un mantel de tela,amasaron tallarines y Asunta compró una botella de vino.Era un día de fiesta,y nada debía empañarlo.
Por eso cuando Toto le refirió el encuentro con doña Delmira y el error respecto del número de su prole,Asunta se mordió el labio inferior y no dijo nada.
V.- FINAL FELIZ?
El Toto,se jubiló como Maquinista.
La empresa le regaló la Linterna Cromada y el Longines de tres tapas con el grabado de la “Locomotora rampante” y hoy los guarda en un cajón,en la pieza de un geriátrico que se queda con su jubilación.
El Totito -que al final llegó- trabaja de empleado en una zapatería y nunca quiso saber nada con el ferrocarril.
Ester y Asunta se fueron de casa cuando el Totito cumplió diez años y no las vió mas...
Y en la casa de la mitad de cuadra,totalmente reformada,irreconocible,si usted pasa despacio podrá leer en una placa de bronce: “Adriana Dellaqua – Psicóloga”.
Ni se le ocurra tocar timbre,porque seguro que no atiende nadie,y si pregunta por ella le dirán: “La Doctora viaja mucho,por eso nunca pudo hacerse cargo del padre,Don Toto,el Maquinista”.-
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