Antes de exponerles mi reflexion sobre el sentido de la vida, les invito a leer esta reflexión, ya que fue después de leer esto q me animé a escribir el mío.


Sentido De la vida (por una atea)

Ahora que entramos en el mes de las comuniones, en que la gran mayoría de parejas clásicas, separadas, divorciadas, monoparentales, homosexuales o autoproclamadas "modernas" implican a sus hijos en el retrógrado y antropofágico ritual "porque es lo de siempre", no está de más recordar que, históricamente, la Iglesia católica y, en general, los grandes monoteísmos han sido y siguen siendo belicosamente intolerantes en cuanto a la moral sexual y familiar se refiere, y han combatido y condenado a sangre, fuego y golpe de sermón todos los valores que hoy se proclaman modernos y civilizados (los derechos humanos y sociales, la maravillosa "democracia"...) y también a quienes los defendían y defienden.

Como tan bien explica R. Joly en su "Dieu vous interpelle? Moi, il m'évite" ("¿Dios te interpela? Pues a mí me esquiva"), reconocerse hoy atea está mal visto, no es políticamente correcto. Y es que la lucidez crítica incomoda en estos tiempos de pensamiento frágil, aunque parece obvio que un ateísmo solidario y políticamente comprometido es la única postura que puede hacer frente coherentemente a ese supuesto Dios creador todopoderoso, sobrenatural e incognoscible que no es sino un producto cultural mantenido históricamente por unas estructuras de poder total y absolutamente terrenales, que se aprovechan de la inquietud que en el ser humano produce su irremisible finitud, y le llevan a edulcorar infantilmente su miedo con consuelos ficticios y compensaciones increíbles, coartándole la libertad.

Los creyentes se equivocan cuando se apiadan del ateo cuya vida, dicen, no tiene sentido, puesto que no tiene sentido de trascendencia, ni esperanza de inmortalidad o de recompensa futura. El sentido de la vida desde la lucidez crítica del ateísmo es el que le otorga la vida misma, que es lo único que poseemos y que, por tanto, tenemos que abordar con radical seriedad y con compromiso moral, intentando mejorarla individualmente y sobre todo colectivamente. La urgencia y la valorización de la vida tienen algo de integral para el ateo cuya utopía civilizadora es una humanidad libre de la omnipresencia religiosa siempre predispuesta a la intolerancia y el integrismo.

Como dice Comte-Sponville "mi vida no tiene sentido en sí misma... no existe un sentido absoluto; pero hay sentido en mi vida cada vez que se pone al servicio de algo o de alguien ­de una causa justa, de personas que amo, de proyectos liberadores...". -





Mi Sentido de la vida

Resulta raro intentar encontrar o a lo menos definir el sentido de la vida, teniendo en cuenta que ni siquiera sabemos a ciencia cierta qué es la vida. De todas formas ahora me dispongo a hacer algunos comentarios sobre las dos opiniones que tenemos allá arriba, a ver si saco alguna conclusión.
Creo que ya estoy harta de escuchar de un lado y de otro eso de "quien no está conmigo está contra mí", lo que puede ser un bonito discurso, pero lo que no comparto es la actitud. Porque tan intolerante me parece imponer la religión como imponer el ateísmo. Gente mediocre en este mundo hubo y habrá, mande quien mande. Es por eso que la lucidez crítica incomoda en "estos tiempos de pensamiento frágil" y en todos. Ahora mismo se me vienen a la mente nombre como Sócrates, Jesús de Nazaret, Gandi y varios más, por lo que podemos deducir que la lucidez crítica no es un patrimonio exclusivo de el ateísmo. Como tampoco lo es la sabiduría de la religiosidad o del cristianismo en concreto, pero sí, no podemos dejar de lado el tremendo pozo de sabiduría que nos presenta la Biblia, porque si ignoramos la gran cantidad de mentiras que han inventado las instituciones religiosas para atemorizar y controlar los sentimientos religiosos del pueblo, podemos ver que el Dios del que poéticamente se habla en la Biblia no es más que un símbolo de la necesidad humana de amar, de ser solidario, de servir a los demás, de expresarse mediante relaciones con los demás. Y viéndolo desde este punto de vista, talvez podamos encontrar un sentido a nuestra existencia(que me parece más correcto que vida) partiendo de estas necesidades humanas. Aunque de alguna forma, esto nos lleva a lo mismo del principio, ya que el ser humano, como lo es también el universo, es una interrogante total, y la experiencia y la ciencia van ampliando nuestros conocimientos, pero siempre de forma limitada. Además el ser humano está siempre sujeto a un montón de situaciones y de sus respectivas decisiones, y es de ahí de donde nace la religión. De la anterior interrogante y del deseo de controlar las situaciones(y todo en general) es de donde nace la religión. Claro que para mí, el hecho de no saber o ignorar algo(y eso queda bien claro en mi introducción) no significa que debamos inventarlo. Es por eso que , siendo consecuente, no voy a esquivar el tema(como lo hace la mayoría) ni mucho menos voy a inventar una conclusión con palabras bonitas y vacías, si no que sólo repetiré como una "semiconclusión" lo que mencione anteriormente:
"Tal vez podamos encontrar un sentido a nuestra existencia partiendo de las necesidades humanas de amar, servir a los demás y compartir con ellos, relacionarse, etc"