De todos es sabido que las comisiones de investigación no sirven para otra cosa más que para ocultar al personal lo que teóricamente deberían dejar bien clarito; acordémonos de la reciente Comisión parlamentaria de Investigación del 11-M, que nos ha dejado a todos con un palmo de narices, sin aclarar nada de nada y, eso si, con el convencimiento de que tanto los unos como los otros, sinvergüenzas todos, intentaron, como mínimo… aprovecharse políticamente de un buen montón de muertos… Aquí todo vale.
Luego están las Comisiones Obreras, sindicato de izquierdas dicen… anclados en otros tiempos ellos, que ni tienen nada de comisiones y cada vez menos de obreras.
También existen las comisiones que según cuentan las malas lenguas, cobran algunos políticos por adjudicar a tal o cual empresa, el resultado da igual, el caso es llevarse la comisión. En mi pueblo al concejal delegado de Urbanismo le llaman “el diez por ciento”.
Y por fin están las comisiones de los bancos, esas que nos cobran a todos cada vez que nos hacen el “favor” de pagar un recibo con nuestro dinero, cada vez que abonamos un plazo de la hipoteca que ya lleva implícito sus buenos intereses, o como ahora quieren poner en práctica, hacemos uso de “nuestra pasta” en los cajeros automáticos, dinero del cual disponen sin darnos más explicaciones ni intereses mientras tanto.
El caso es que aunque ya no nos asombremos de casi nada, sí que me jode bastante que la banca siempre gane, incluso en el caso al que me refiero, de grandes catástrofes.
Y es que, ante la corriente de solidaridad suscitada con el tema del maremoto en Asia, me refiero a la solidaridad del pueblo, de la gente de a pie… porque los miles de millones de dólares prometidos por todos los gobiernos habrá que ver si llegan, cómo llegan y cuándo… pues eso, que las Entidades Financieras, por llamarles de alguna manera… se han dedicado a cobrar escrupulosamente sus “merecidas” comisiones en cada una de las aportaciones que se han hecho en las cuentas que se han abierto al efecto. Yo, que hice mi humilde aportación, me di cuenta asombrado de que ésta se veía reducida como por arte de Birlibirloque en un uno coma nosécuántos por ciento.
Ellos cobran, caiga quien caiga, les da lo mismo… las comisiones están para todo el mundo, para los huerfanos del tsunami también… para todos menos para esos clientes especiales, a esos no, a los que tienen tanto no los molestan con esas chorradas, faltaría más…
Eso sí… Cajamadrid anunció en prensa, radio y televisión que ellos no cobraban las susodichas comisiones… podían haberse callado y cambiar el destino de tamaña inversión publicitaria a engrosar estas cuentas solidarias, pero seguramente eso no tendría la misma rentabilidad.
Qué más puedo decir?… Por buitres, con perdón de tan simpáticos animales en comparación… por insolidarios, por rastreros, por hijos de la grandísima… sólo mandarlos a LA MIERDA. |