Guillermo se ríe y el universo se levanta
de pronto no haber sabido de el en semanas
se vuelve un vestigio imposible
y es como si su risa me trajera
de nuevo
algo increíble.

las gotas caen sigilosas
porque de calmar su euforia
viven temerosas

Guillermo ríe y de pronto en mi lecho
florecen amapolas del color de las moras
me brotan claveles blancos del pecho
y mi alma se aferra a esos brazos suyos que añora

Los caballos de mar se prenden como fuegos en el cielo
las estrellas se sumergen en el agua
e iluminan los ríos!
los valles!
los océanos!!
Cuando Guillermo ríe
hasta el mar más tempestuoso
se vuelve sereno.

Guillermo se ríe y con él ríe el llano
se ríen las perlas
se ríe el petróleo
Muere la revolución
y el país entero
pierde la calma
pero no el esmero.

Con su risa trae el viento
y el viento es el grito ensordecedor
de nuestro pueblo
que se une en un himno de añoranza
de optimismo
de furia
y de confianza.

Guillermo ríe y riendo nos lleva
por un camino
en que la verdad se sostenga
lideriza nuestras frustraciones
volviéndolas, de golpe
el grito que estalla
cuando unimos las emociones.

A Guillermo se le iluminan los ojos
y se prende su piel
y en la piel se le prende
la aurora de mi tierra
el calor de mi pradera.

Y prende el colegio!
las calles!
los museos!
las marchas se vuelven caravanas
gritando su nombre en la alborada
y hasta del oriente
las niñas se trasladan
para ver sonreír
a Guillermo, mi camarada!

Porque su risa siempre es diferente
y ahora lo es mas porque está alegre
y su alegría viaja hasta el oeste
me alcanza,
me deslumbra y me somete.

Cuando ríe la luz de sus ojos
le provoca al mundo
una especie de halago
y el mundo le retribuye
encendiendo faroles bajo el lago

Cuando Guillermo irradia alegría
La vida se vuelve color oliva
y hasta el precioso horizonte envidia
el matiz verde de sus pupilas

Cuando Guillermo se emociona
con su puño ensalza
la rabia de una tierra que no avanza
Y también ensalza la victoria
de quien cuando lo mira
alcanza la gloria
Quien comprende que su orgullo
lucha y nos dirige
porque la derrota a estas alturas,
es tan solo,
la noción de una ilusión que ya no aflige.

Guillermo abre la boca para reírse,
y cuando lo hace traga el aire
y porque el aire que él inspira es respirable
en cada esquina
y cada aldea
cesa el hambre

Renacen los que se nos fueron
y las mujeres paren
a los hijos que no vivieron.

Guillermo sonríe
y cesan los torrentes que nos agobian
los techos de cartón se acoplan
y detiene la lluvia
el pacto que ellos forman.

Vírgenes y torres reinan intactas
y las balas que ayer mataron
son hoy solo recuerdos lejanos
de unas pesadillas que no soñamos.

Se reestablecen los tejados...
Y empieza a llover helado!
Y las piedras de las calles son cantos rodados...
por el flujo que su energía
Arrastró hasta nuestra orilla.

Cuando él se ríe
los querubines callan
y recogen en silencio...
-- del manantial que brota
de la roca que es Guillermo --
todos los milagros
que se guardan en el cielo

también recogen los tesoros
que en el paraíso moran

Y es que cuando mi Guillermo se ríe
el mundo entero le adora

Pero una cosa sí,
pobre de ese mundo
si amanece
y mi Guillermo llora.