- ¿Cómo lo pasaste en tu fiesta?
- Bien- respiró profundo acordándose de lo ocurrido -. Muy bien.
- Que bueno- salió de la cocina.
- ¡Oye! ¿Y mi desayuno?
- ¿Desayuno? ¿A esta hora?
- ¿Qué tiene?
- Van a ser las 1.30- se fue- debiste haberte levantado antes- se escuchó su voz desde el pasillo.
“¿Esta enoja’? No tengo idea qué hice ahora” Pensándolo bien. “¿Sabrá? Imposible. Con nervios por todo el cuerpo partió de nuevo a su pieza, resignada que no iba a conseguir comida allí. De paso a su pieza miro la pieza de sus padres, a su mamá tirada encima de la cama viendo tele.
Se tocó el estómago y lo frotó, era imposible que algo estuviera creciendo. ¿Cierto? Le dolía la cabeza. Noche anterior: Carrete en la casa de la Angela. Acompañante: Pololo muy querido. Grado de Alcoholismo: Bastante. Recuerdos: Pocos. Hora de llegada: 5.00am. Sonó el teléfono, pero siguió caminando hacia su pieza. Se sentía feliz por lo que había pasado, pero tenía nervios de lo que podría estar pasando en su interior ahora mismo.
- ¡Vale! Vístete, vamos a salir a comer afuera y el Papá nos va a esperar abajo en 10 minutos.
- ¡Ya!- le devolvió el grito, diablos andaba con caña y ahora debía levantarse de inmediato.
Buscó un poco de ropa y se metió al baño. Se sacó la ropa, abrió la ducha y dejó que el agua recorriera su cuerpo. Iba a ser difícil sacarse la noche de su cabeza, revivió momento a momento, cada segundo cada frase, todas las letras, complicado olvidar.
- Apúrate, que está abajo.