Inicio / Cuenteros Locales / moribunda / Ella y él
Los dos lloraron mucho esa noche. Ella porque sentía que ya no respiraba bien y él porque la veía tan mal. La luna, rojiza, se desvaneció de nuevo y surgieron tantos aires distintos, diferentes notas musicales e innumerables mañanas perdidas en el olvido. Con rapidez, el tiempo se esfumó a golpe abierto y cada uno volvió a tomar su camino.
Ella trabajaba en un pequeño cubículo de un banco; él vivía con sus padres todavía. Ella suspiraba; él bostezaba. Ella usaba falditas con tacones que resaltaban sus pantorrillas; él se la vivía sin camisa la mitad del tiempo. Él soñaba; ella soñaba. Los dos no crecían ni maduraban, tan sólo seguían impulsos de retornar a una vida mejor. Ella bostezaba; él suspiraba. Los dos no dejaban de soñar.
El reencuentro tan esperado se dio un día frío de enero, tras varios años de ausencia. Las hojas secas de los árboles aún se encontraban acurrucadas en montones alrededor de los parques de la ciudad. Las bancas verdes todavía guardaban suciedad, meses de polvo y lluvia. Nada cambiaba mucho después de todo. Quizá sólo el verde se veía de un tono más pálido. Curioso cómo nombres olvidados, escritos en cursiva azul dentro de una agenda telefónica, podían reunir a dos personas ya extrañas que alguna vez fueron casi hermanas en alma. El tiempo sí transforma a pesar de todo.
Ella lo vio primero, sonrió. Él vio su sonrisa, sonrió. Platicaron, amenos. Ella había ganado peso; él se veía más flaco. Ambos seguían amándose. Se tornó de noche pronto, dejando a la vista una que otra estrella. Se despidieron; se dieron un abrazo enternecedor. Él suspiraba; ella suspiraba. Ambos seguían soñando… ahora cada uno por su lado.
|
Texto agregado el 18-01-2005, y leído por 193
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|