Caminaba por lugares que no había reconocido, hasta que se dio cuenta de un árbol que estaba lleno de ramas, con muchas hojas de distintos colores, en un principio le pareció que debía observarlo, con mucho cuidado, para no arrancarle ninguna de sus bellas hojas, muchos deseos tenía de sentir la textura de esas hojas tan extrañas, lo observó en un principio, y tuvo que alejarse al rato después, el tiempo era escaso, aprovechó cada momento , rodeó el árbol con su cuerpo, para verlo desde otra perspectiva, creía que se esfumaría si volvía otro día.
Al día siguiente regresó pero se le había acabado el empuje de conocer ese árbol, regresó sólo por rutina, pero esa segunda vez fue lo mejor descubrió lo que verdaderamente era ese algo tan especial, ahora si que no se quería ir de ese lugar, en un comienzo pensó visitar el lugar y estar solo un momento, no cumplió lo que había pensado, se había fascinado, intentó arrancarle las hojas no para satisfacerse, sino para que su belleza se terminara y volviera a la normalidad su ser, pero al hacerlo se arrepintió de inmediato, se dio cuenta que nada podría hacer.
La noche llegó y comenzó a llover, sin poder evitarlo tuvo que alejarse. Pero ese día comprendió que no era solamente él quien se daba cuenta de la hermosura, porque muy cerca otra persona también observaba el árbol, quizás no era con la intención de ver la belleza de ese árbol, esa persona ya había observado otro árbol y miraba con recelo, pero a la vez tenía uno propio al lado del suyo. Nunca le importó esta persona, porque pensaba que ese árbol era sólo para él.
Cuando volvió durante muchos días pudo aprender a mirar, nunca antes lo había hecho. Perdió muchas cosas mientras estaba en aquel lugar, nada le interesaba, a nadie contó lo que hacia con ese árbol, un día llevó agua y lo regó , se había apropiado de algo que no era suyo, pero se comunicaba con él no sé cómo, no lo puedo explicar, cuando llegó el otoño sus hojas comenzaron a caer y se comenzó a desilusionar, le quebró dos ramas, sí fueron dos, en un acto desesperado las quebró, en ese momento, comenzó a llorar el árbol, solo que no se logró dar cuenta, sus lagrimas fueron interiores, él no se lo comunicó, tuvo un cambio, no quiso herir mas a su árbol.
Sabía que la relación de fidelidad cambiaba poco a poco, su árbol comenzó a tener menor cantidad de hojas bellas, en un comienzo pensó que podría soportar todo, pero se dio cuenta que no era fácil, fue muy débil en algunos aspectos, creo que no fueron solo dos ramas, fueron tres y esta tercera fue la que definió todo, solo que quien cortó esa rama fue el personaje que estaba al lado suyo, una confusión surgió y en el fondo comprendió que la belleza no era lo que le interesaba, era el mundo interior y de eso quedó encantado.
En este instante la conciencia lo golpeó, nunca quiso ser un simple sustituto pero lo fue, sabe que el árbol le recuerda y sabe que volverá a florecer pero el tiempo y el recuerdo son eternos para esta vida rebuscada, los sueños a veces se rompen por estúpidas expectativas, piensa en su árbol, la magia que existió fue sólo eso una simple magia, su maravilloso pensamiento acerca del árbol en el fondo cambió, porque nunca fue suyo, ni tuvo la intención de serlo, una mentira que no puede reconocer.
La burbuja en la que vivió no le permitió ver la realidad ya que no se dio cuenta o no quiso darse cuenta desde ese momento no volvió a ser como antes sino quiso vivir el futuro ya que el futuro es
En los últimos días regresó al árbol sintiéndose con animo, nada fue igual lo sabe, su pensamiento ha cambiado o mejor dicho ha vuelto es él .Por eso no dejará de pasar por aquel lugar ya que es así como quiere estar, sus ganas no aumentan, solo disminuyen pero eso fue lo que le hizo darse cuenta que nada fue como el quiso.
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