Dicen las mujeres que los hombres siempre estamos pensando en lo mismo, el sexo, y por qué negarlo, la verdad es que si, no sé si será algo relacionado con los cromosomas, los genes, la educación u otros motivos. Si voy por la calle y veo una mujer bonita mi cuello se gira de manera automática, es como la respuesta al picor, uno se rasca sin pensarlo, dicen que eso es machismo, pero yo lo llamo “auto-respuesta contemplativa por causas de fuerza mayor”, lo que es inevitable es inevitable. Ello hace que estemos todo el día dedicando esfuerzo mental (y eso en un hombre es difícil) a las maneras de conseguir el placer del sexo. Sabemos de manera sobrada que tenemos el “no” como primera respuesta a nuestras peticiones, así que quiero aportarles los diversos argumentos que esgrime el hombre para conseguir su ansiado objetivo, hacer el amor. Para que nos sea más fácil su comprensión lo dividiré por casos:
- Caso A: La excusa del estrés, el hombre entra en su casa con cara de preocupación, suele soltar las llaves haciendo demasiado ruido y se deja caer con fuerza en el sillón, se lleva las manos a la cara y se la tapa unos segundos, esperando el momento en que su victima(la mujer) le pregunte que diablos le ocurre, entonces él le cuenta la historia de siempre, que si la carga de trabajo, ese jefe cabrón, bla, bla, bla... ¡Mujer, no te acerques ni a darle un abrazo o caerás en su trampa!
- Caso B: El polvo del calendario, este es fácil de reconocer, sufrida mujer, si te levantas miras el calendario y ves que es sábado solo tienes que mirarle a los ojos, tiene esa mirada difícil de describir, una mirada tonta, con parpadeo pausado y sonrisa bobalicona, has de cuidar tus espaldas, si te agarra por la cintura estás perdida...
- Caso C:Aquí te pillo aquí te mato, que más decir, entra por la puerta con la cara desencajada y un bulto en el pantalón, su único argumento es “cariño, estoy más caliente que el cenicero de un bingo”, vamos, que si fuera un chimpancé diría “uuhhh, ahhh, uhhahhhh”, corre.
- Caso D: Estoy desesperado, aparece con un ramo de rosas y una reserva de cena más hotel, por supuesto espera el “si” por respuesta, pero si recibe el “no” te dirá eso de “cariño, es que ya está pagado, no me hagas esto...”, si no tienes ganas reza algo para que aquello no se levante y el viagra se haya agotado en la farmacia.
- Caso E:Eso viene en el contrato, cuando no le quedan argumentos tira del contrato matrimonial, de las obligaciones maritales, que si hasta que la muerte nos separe, la pasión perdida etc... Al final intenta dar pena y aprovecharse de tu alma caritativa, lo mandas al carajo, no sufrirá, le quedan cinco amiguitos que siempre acuden en su ayuda, “los cinco lobitos”.
Fuera de la clasificación se halla el llamado Caso X, no es otro que aquel en que la mujer tiene ganas de sexo, sin excusas, todos hablan de él pero nadie lo ha visto...
Luis Barrasa Martínez(Barrasus), Sevilla 16 de enero de 2005
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