juanrojo
Marzo

La vio desde la ventana mientras oía cómo la echaba la criada. Era ella otra vez, una anciana de planta orgullosa y mirada intensa que esgrimía una foto con un gesto que le resultaba extrañamente conocido. Aquello no hizo más que aumentar todas las dudas que le asaltaban. No hacía preguntas, no se atrevía. Ante la más mínima insinuación se hacía un silencio sólido, que se palpaba; las miradas de sus padres se cruzaban como centellas.

Un día, estaba solo y un impulso inexplicable le empujó a ver las noticias de la tarde en televisión, algo que estaba prohibido tácitamente en su casa. Y volvió a verla, llevaba un pañuelo blanco anudado bajo la barbilla, enseñaba su foto a la cámara, a él. Allí estaba, el rostro de una mujer joven que tenía su misma cara, su mismo pelo. Un espejo de horror, de respuestas que no podía asimilar. Las piernas dejaron de sostenerlo. Desde el suelo miró la foto de la boda de sus padres sobre el aparador y sintió un intenso dolor que le quemaba el pecho.
Metió algo de ropa en una maleta y se fue sin despedirse. En un viaje sin vuelta, muy lejos, donde poder respirar.


guy

[La pecera]

Vea, Shoklender, vidrio blindado, unos mil litros ¿No es linda...? En mi juventud tuve otra, pero un día me encontré con peces cuya única aspiración era en que les dé de comer. Encontré aquello deprimente y me deshice de ellos. Luego tuve familia, mi empresa, crecí... Vea aquel Cichlasoma Salvini, se esconde entre las piedras, delimita su territorio ante la Crenicichla que está en su pozo. Si llegaran a encontrarse en el claro se matarían, Shoklender... Cuando se casaron les di una casa con jardín, y a él trabajo ¿sabe...? Ahí está la pareja de Astronotus, si llegaran a reproducirse sus crías serían devoradas al instante, por eso no lo hacen, igualmente cuidan su lugar. Cuando nació mi nieto ¡imagínelo! le di al muy inútil un ascenso y mejor paga. Mi viudez aún es un secreto de familia... ¿Sabe por qué la Crenicichla no los mata a todos? Porque no los considera competencia, Shoklender... ¿Sabe a qué se dedicó mi hijo luego? A pedir, a especular con mi secreto, encontré en su mirada extorsión, le aseguro. Creyó que con traerme un nieto estaba comprando sus derechos. Usted hará el sábado lo suyo, con los tres, parecerá un accidente, usted ha sido eficiente, Shoklender, encontrará cómodo vivir en esa casa y ser mi nueva familia y cuidar nuestro nuevo secreto y por cierto, no olvide la sabiduría que despliegan estos peces... Mi hijo y su cría me recuerdan a aquella pecera de mi lozanía... Usted habla poco, Shoklender, aprecio eso.

Desdentado Daroca

RETO 22. PROSA. UN SECRETO DE FAMILIA.

Mi familia guarda un secreto pero no me lo confían. Mi padre y mi madre son todo lo que tengo, pues mi hermana mayor murió antes de que yo naciera. Sospecho que el secreto que guardan mis padres tiene algo que ver con ese suceso.
Mis padres no son malos, algo extraños quizá, pero no son malos. Siempre he tenido todo lo que he necesitado. Nunca me ha faltado comida ni ropa, ni una cama donde resguardarme del frío del invierno.
Y muchos años he estado así feliz sin preguntarme nada. Pero sé que mi familia tiene un secreto. Lo escuché accidentalmente hace unas semanas. Nunca lo había hecho antes, pues mamá siempre dice que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas, pero no pude evitarlo esta vez. Puse la oreja junto a la puerta y entre susurros y palabras que no había oído nunca, oí decir a mi padre: “... ya no puedo aguantar más tiempo así, llevamos 15 años guardándolo en secreto...” y luego gritos y sollozos de mi madre. Y golpes. Pero eso es normal. En mi casa siempre hay golpes.

Jamás me había preguntado nada hasta que oí aquellas palabras de mi padre. En los 15 años de vida que tengo siempre he sido feliz. Mis padres me han dado siempre buena comida (me encanta el pollo y me divierto mucho desplumándolo y rompiéndole el pescuezo para después comérmelo, mi parte preferida es el páncreas); el orinal donde hago mis necesidades me lo cambian cada tres días y una vez al año me quitan las cadenas que me sujetan los brazos y me quedo tan sólo con la del cuello y doy volteretas y me estampo contra las paredes de mi habitación.

Pero ahora quiero saber el secreto de mi familia.