Para comenzar se requiere cierta motivación, o algún grado de intención para lograr “ALGO” este “ALGO” definido de diversas maneras según el deseo e inquietud de cada sentir.
Tenemos el defecto de encontrarle “SENTIDO” a las acciones que realizamos, estas mientras mas racionales sean nos dotan de una seguridad que raya en lo inhumano, así la impulsividad se torna una traición a la existencia, el sentir sin miedos derrumba lo aprendido, lo calculado, hasta el día en que no puedes manejar lo que parece salir por tus poros una conexión biológica y química que altera tus emociones, tus pensamientos inclusive tu racionalidad
Un día que se borro efímeramente del calendario, en un bar del apestoso Santiago una tarde que aun parece no existir, en dos mesas diferentes se respiraba de igual manera, se pensaba y peor aun se sentía de igual manera, hay estaban, tan cerca, esperando encontrar una única mirada, el la de ella, ella la de el. Como siempre intentaron evitarla, pensaban que era un supuesto, una simple imaginación de cada uno, una hipótesis refutable en minutos, tal vez horas, días semanas quizás años.
Las miradas se suspendieron, sin embargo con un invisible acuerdo se dio la ultima, coincidieron en el momento exacto, fueron los segundos más largos de aquellos días, fueron los segundos en que todo se vacío y ellos se llenaron, solo quedaron los dos, sometidos a una sonrisa que no podía detener la mirada de dos extraños, de dos mundos, dos seres completamente ajenos que sentían especialmente igual.
Sin querer se marcaron en silencio, ya no importaba nada ni nadie, sentíamos el pulso, la sangre fluía con mas rapidez, sus labios cada vez estaban mas rojos, sus rostros se estampaban en los cerebros de cada uno, cada palabra ya fuera verdadera o falsa tenia respuesta del otro hilaban una historia, enlazando las propias.
Sus cuerpos expulsaban un magnetismo que era sensitivo solo para ellos, que lograba un apego natural, solo se estaban re- conociendo, ¿qué de donde se conocían? No lo sabían ni ellos mismos.
Surgió el “yo y tu” de la nada, eran 10 sentidos que no dejaban de impresionarse con cada gesto, cada palabra, cada aroma, cada movimiento, se atrevieron a la aventura con besos que alivian el frío y soledad de quien sea, estos los hicieron devenir en la mezcla de cuerpos, rodeados de dibujos creados por los rastros que trazaron juntos, imágenes de cuerpos uno sobre otro, otro sobre uno.
Inhundandose haciendo el pulso más rápido, los labios aún más rojos.
Como decir que se esperaban, que se necesitaban, si nunca se esperaron, si nunca se buscaron. Él invoca a la casualidad, ella no cree mucho en la casualidad, sin embargo piensa que puede ser una buena excusa, ella sonríe, suspira respira, ¿cómo continuara lo que comenzó de la nada? ¿Cómo dejar de racionalizar lo que es puro sentir?, Lo que le es eternamente subjetivo.
Él racionalizó con una mentira, su historia limito lo que sentían, supuso que ella se alejaría, sin embargo la unió mas a él, dejo las preguntas a un lado y se reconcilio con su impulsividad, hoy sus testigos son la desvergüenza, la pasión y la locura, cada reunión se hace más inmanejable, más intensas, hoy solo fluye la sangre con mas fuerza aumentando mas MI pulso, enrojeciendo más MIS labios.
Así me embriago del placer que tiene dueña, de un placer que no me pertenece, el fantasma de la apropiación me sigue, me llena de nuevas preguntas que he decidido no responder, solo de esta manera puedo terminar este cuento, cerrando los ojos y mirando hacia dentro, entregando todo lo que tengo, anunciándote en mis sueños, jugando a tenerte y procurando hacerlo.
Para Aldo
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