Dolor,
olor a muerte en mis venas,
sabor a alcohol en mi lengua
y al final un callejón,
como un tunel sin luz,
oscuro, frio,
precipicio hacia la locura,
hacia la demencia mas absoluta,
mutilación. rencor a mi mismo,
palabras grabadas,
a fuego como garabatos,
geroglíficos atormentando,
salomé llorando desconsolada
y un álamo blanco,
como una premonición
de un mundo mejor,
marchito de existencia,
vacío de crenencias
donde gobierno yo,
donde puedo cambiar la realidad,
donde nada sirve
si ella no está. |