Inicio / Cuenteros Locales / manuelrodriguez / Suites
Suites
Ya lo ven
Todo está regado:
Los mundos
Las voces
Los terrores.
Todo es un caos
Un irremediable caos:
Las sombras
Los pechos
La música.
Todo tiene miedo:
Los cabellos
Las siluetas
La sustancia.
Todo se esconde:
El pensamiento
Los sueños
Las pasiones.
Todo tiembla:
El manto estelar
Los ojos
Los dientes.
Todo es un fin:
La vida
La tierra
El mar.
Todo siempre tiene algo más:
Una sonrisa
Una palmada
Una bendición.
II
Si tuviera que morir ahora,
Lo haría contento.
No me llevo nada de esta tierra.
Ni siquiera los recuerdos.
A estos,
los he hundido en las espumas marinas
y frías de la costa que siempre quise.
Si tuviera que morir ahora,
Preferiría que se ahorrasen
la última bendición.
No la considero necesaria.
Sólo quiero cerrar los ojos y dormir.
Si tuviera que morir ahora,
Solamente les pediría
Que me entierren donde nadie
Pueda encontrarme.
Donde los brillos absolutos de la mañana
no me alcancen.
Donde los ruidos matinales
no puedan corroer mi cuerpo.
Si tuviera que morir ahora,
Les confesaría un secreto;
Lo haría contento.
III
Escuché mis pasos en la noche.
Tuve miedo.
El frío cercenó mis huesos.
El zumbido del silencio invadió mis tímpanos.
La calle estaba solitaria,
Y húmedo el asfalto.
En la ventana de enfrente
Una mujer se despojaba de la ropa.
La miré;
ella sintió la fuerza de mis ojos
en su espalda.
Me volteó a ver; Sonrió de buena manera.
Corrí las cortinas. Ya no tenía sentido seguirla observando.
Bebí un poco de brandy; no era muy bueno.
Sin embargo me reconfortó un poco.
Encendí un habano; tenía buen tiro.
Tomé el bolígrafo, una hoja en blanco y escribí:
“Este Poeta no tiene nada que escribir”.
Me recosté sobre el camastro
Comencé a temblar,
Cerré los ojos.
No recuerdo la hora
Pero el silencio había
Dejado de existir.
La ciudad se estaba despertando.
IV
Que viejo está el Poeta
Las arrugas lo asedian,
El cansancio lo colma.
Los ojos dolientes lo delatan.
Que viejo está el Poeta
Y solitario
Y triste
Sus manos temblorosas
Escriben sobre la hoja amarillenta
Con mala precisión.
A veces alza la vista,
Mira el cielo
Las nubes.
El sol de septiembre
No lo calienta.
Tiene hambre,
Sin embargo se resiste.
Los años le han hecho mella
En el rostro.
Las venas saltadas forman
Caminos sinuosos en sus manos.
Que viejo está el Poeta
Y solitario
Y triste...
V
Infinito es el terror que tiene la vida
Se le suben los insectos en el cuerpo
La sacian las llagas
Sus venas se hinchan
Los labios se inflaman
Infinito es el terror que tiene la vida
Pero aún así se resiste
Es un animal lento
Necio
Astuto.
VI
En la espalda tenía un tatuaje.
Era una serpiente seduciendo
a una manzana.
En el cuello portaba un collar
de corales pintados de azul
Y algunos girasoles.
En las piernas llevaba amarrados
Unos hilos tejidos
con símbolos raros.
La mujer tenía cerrados los ojos
Los pechos desnudos
La boca entreabierta.
La mujer estaba recostada
Sobre la hojarasca.
Con la cabeza recargada
Sobre un árbol.
Era una tarde extraña.
Con el olor inconfundible de la muerte...
Jano. 13/01/05 |
Texto agregado el 13-01-2005, y leído por 102
visitantes. (1 voto)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
14-02-2005 |
|
trite...triste...
muerte..muerte..
...mirar..mirar..
.....de por acà
de por àcà... vexaida |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|