Vacio, su corazón de recuerdos, para no volver la vista atrás. Nunca desandaría el camino. Un Dios maldito la condeno, pero jamás pediría perdón.
El viento mecía suavente sus cabellos, y la suave brisa del mar acariciba su blanca tez, era una hija del destino, una de aquellas a las que la vida, tantas y tantas veces golpeó, ahora vagaba eternamente por la tierra, eternamente en silencio, eternamente buscando nadie sabe que...
Tal vez una vana ilusión, tal vez un fugaz destello de esperanza o tal vez las sombras de un sueño. Nunca lo dijo, pero yo sé que en cada camino que piso, en cada valle que atravesó, dejó a alguien prendado de su locura. Yo sé que es mi musa....
Por valles y montañas yo la he sentido, caminando en la oscuridad con ella he vivido y ahora que me siento viejo y cansado, ahora que ha llegado ese momento en que me he hecho viejo de repente, sin arrugas en la frente pero con ganas de morir, ahora me siento camino al igual que ella. Ahora sé que siempre me esperó, que el ciclo nunca se termino, ahora se que la rueda gira eternamente y el mundo cambia de colores a cada instante y ahora sin embargo se está apagando mi voz...