Sus ojos se salían solos y nadie lo entendía , pues claro, contaba y contaba su martirio mientras en su vientre la rabia crecía y claro , cada arrebatar y pensar eran enemigos entre el rojizo rostro y la venganza de aquellos hombres de blanco , que sollozantes miraban al cielo y las puertas serrarse fuerte en cada pestañar y en cada mirar hacia la victima. Los gestos de la infante no eran mas que los cánticos de un niño enfermo entre tanta mentira y el rozar de sus cabellos hacia ellos , suponía confianza entre tantos vagos y vagos recuerdos y claro, era hora de operar y no podía entender y le faltaba crecer y entre su pequeño pecho al muerto quemar e intentar cuando ya los años pasen volver a creer y aprender a sobrellevar y entre su inocencia brillar .
Texto agregado el 12-01-2005, y leído por 205
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Lectores Opinan
12-01-2005
te leí y me sorprendió, imaginé a un niño contando sobre una violación y a los hombres tratando de entender, no se si fue esa tu intención. Magda gmmagdalena
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