Sonaba de nuevo en el equipo Dancing Queen, ya el CD estaba medio gastado y saltaba en algunas canciones, fanática de hace años de ABBA a pesar de las cargadas de sus amigas, ella no lo podía evitar, convergían en ella muchos y variados recuerdos, el más patente una navidad en su casa de la infancia, ella en la hamaca jugando, su madre preparando la cena, y su padre por ahí, arreglando el jardín, su hermana no estaba a la vista..sus hermanos todavía no existían. Ese es el recuerdo más vivido que tiene de la época de su niñez, y claro de fondo sonaba por la vieja radio de transistores de la madre, ABBA.
Claro después se sumo la película que le encantó. “El casamiento de Muriel” un poco se enamoró de las venturas y desventuras de esa australiana abriéndose camino en la vida y en el mundo ..un poco como ella misma, ahí se le mezclan pasajes de la película y de su vida misma, el abandono de su casa, su familia en la puerta despidiéndose, perdiéndose en la capital, buscando desesperadamente trabajo, amigos, un circulo contenedor..progreso.
Y casarse, también buscaba eso, claro como toda buena chica criada, la habían aleccionado para encontrar un buen partido y casarse lo más pronto posible. Pero en algún momento el destino se torció..imperceptiblemente, irremediablemente
Y ahí estaba sola , en la gran ciudad, dueña de su vida, de sus decisiones, escuchando ABBA.
Todas las tardes, en el negocio donde trabajaba, se encontraba con Lucía, vieja clienta comenzó a llegar desde casi el mismo tiempo que ella empezó a trabajar, ya después de tanto tiempo eran amigas lucía llagaba se quedaba un rato, mientras elegía películas hablaban de cine amores, chicos, la familia, fue una gran apoyo en algunos momentos, y una distracción en otros cuando la soledad de la gran ciudad la invadía..
Lucía era una morocha bastante llamativa una personalidad fuerte, siempre alegre, lograba arrancarle una sonrisa hasta cuando las lagrimas estaban a punto de salírseles, tenía ojos claros, el cabello largo lacio, al principio le pareció raro que se colgara a hablar con ella, pero después si había un día que no pasaba por el local, sentía irremediablemente un vacío..sobrevenido después por algo de mal humor, extrañamente se había acostumbrado a esas charlas de cualquier cosa con Lucía.
Ayer no había ido por el negocio, ¿será por eso que estaba escuchando ABBA?. Es como que le faltaba algo , ese algo que siempre le hacía elegir entre los CDS, justamente ese.
Eran las 10, la canción sonaba fuerte..como para no escuchar sus propios pensamientos, quién era Lucía?, ¿porque iba siempre?, ¿que pretendía?. Y ella, ¿porque cuando no iba, las menos, se sentía vacía?, ¿que hallaba en ella?, ¿que era este sentimiento que le provocaba?, porque cuando sabía que era la hora de que Lucía llegaba al local, ella empezaba a buscar su mirada entre las estanterías?, se estaba volviendo loca..no quería pensar más,
De repente sonó el teléfono, se sobresaltó un poco, tan ensimismada estaba...que la sorprendió bastante, era Lucía justo ella, como si la hubiera llamado con la mente, que estaba con unas botellas de vino que si no le apetecía que pasara por su casa y beber unos tragos y charlar ya que no habían visto ese día en el trabajo. Le dijo que si, que el calor y la falta de sueño la estaban aburriendo que le haría bueno un poco de charla, le dio la dirección sin detenerse a preguntar como habría conseguido el número..ya le preguntaría.
Pasadas las 10.30 sonó el timbre, una sola vez, corto, fuerte. Por el portero la voz familiar se presentó.
Subió se pusieron cómodas, el letargo que había sentido durante el día había desaparecido, ABBA sonada de fondo, ahora un poco más bajo. Descorcharon una botella que traía, bebieron se pusieron al día, rieron, lloraron un poco recordando viejos amores, volvieron a reír y abrieron la otra.
En un momento en el sofá donde estaban sentadas, Lucía se acerco le rozo el brazo, se lo rozo de nuevo hasta que llego con sus labios a su cuello, ahí admitió que desde que la conoció tenia ganas de eso...
En ese momento se paro, dejo la copa a un lado, fue hasta el equipo saco el CD, volvió al sofá junto a Lucía, muy tranquila porque ese vacío que había sentido durante todo el día, ya no lo tenia, se sentó al lado de ella y le sonrió.
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