Vengo de otro país
a desandar los pasos
de la muerte
Llego de un planeta sin límites
a recordar el contorno de los odios
a palpar los disfraces de la afrenta
a conocer el barro y sus enchastres
Vuelvo del más allá de la conciencia
a recorrer las calles de la culpa
el gusano del miedo
la muerte de las voces
el extraño país del despojado
el himno de los cuervos
el pobretón barniz de la soberbia
la mugre del esclavo de su hambre
la corola del llanto
el pesimismo
Traigo desde la magia misma
un mundo más feliz
que el que temiera Huxley
un país sin país
donde la diferencia
solamente era un chiste
de la risa pareja
Sí
vengo de una tierra
donde semejante era un sustantivo
tan conspicuo y supremo
como el sol de la tarde
Mis pupilas se abren
y vuelvo a transitarlo
No había polvo ni ruinas
Hasta el frío era bello
En estas tierras
dicen
todo se mide en plata
pero allí no existía
otro bien que el del arte
Tengo los pies muy sucios
Desanduve las nubes
Escraché el paraíso
Y ahora camino apenas
esta tierra chiquita
de voluntad mezquina
que ha extraviado la risa
Vi desfilar a todos
en un gran escenario
La persona era máscara
otra vez
y éste el teatro
Cada ceño fruncido
era un espejo cóncavo
El dolor y la muerte
dos rictus desprolijos
Todo el mundo reía
bajo su personaje
Caminar
más que un viaje
era una maravilla
Vi pasar cada gesto
como en un carnaval
Las máscaras Las caras
No había diferencia
Vi esfumarse la ausencia
Vi morir al olvido
Vi caer el silencio
en un destierro niño
Vi al sol y la luna
danzar en armonía
Vi hacerse sincronía
el latido del tiempo
Vi caer las espinas
de cada rostro enjuto
Vi vestirse de luto
tan sólo a la tristeza
Vi mi traje de reina
florecer en agosto
Más allá de mis ojos
me cantó una sirena
Vi películas nuevas
y viví cada rostro
como un único rostro
Cara de mil facetas
Anduve por un mundo
de hermanos y de santos
La magia llegó a tanto
que murieron los rumbos
Vi llorar a la muerte
su derrota completa
Fue un juego la tristeza
Su careta
la angustia
Sentí el sol abrasarme
y abrazarme en cuclillas
En agosto tenía
de febrero la carne
Vengo del paraíso
a mirar la miseria
a creerme las rejas
a inventar el vacío
Vengo de alguna calle
sin principio o final
a espiar qué es el mal
A entender cuál la cárcel
Anduve por la gloria
Y ése es un mal letal
Puedo ver el final
Pero tengo memoria