Inicio / Cuenteros Locales / MiRLo / Tus zapatos azules
Después del largo silencio miré hacia arriba.
El cielo se mantenía negro al igual que mi velo.
Todas aquellas estrellas que solíamos ver, nadaban como peces brillantes en una pecera oscura, pero ninguno de sus brillos me iluminaba. Ninguna estrella me miraba.
A la mía se la acababa de tragar la tierra, junto con la corbata que te regalé y con los zapatos azules que te pusiste el día que nos casamos.
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Texto agregado el 11-01-2005, y leído por 153
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