Era tarde cuando me puse a hojear el diario, así que fui directamente a mi sección favorita, los “sin clasificar”, esos avisos que no pueden estar en ninguna otra categoría porque por su naturaleza algo peculiar. Aquí siempre encuentro cosas extrañas: saludos a familias o amantes, avisos de bailarines exóticos, moteles, cadenas de oración, ellas buscan ellas, prestamos dudosos y cosas por el estilo. Me gusta pensar en lo que la gente hace o quiere hacer con su vida; trato de imaginar sus rostros, donde viven, como viven, como se visten; me hace sentir menos sola.
Dentro de todo un aviso llama mi atención: “CAMBIA TU VIDA CON UNA SOLA LLAMADA” y más abajo en letras minúsculas y más pequeñas: “deja de sentirte sola/o hay alguien esperando tu llamada”.
Inevitablemente llame. Curiosidad pura.
Del otro lado del auricular una maquina con voz femenina respondió:
“Si estas sola marca uno, si estas acompañada marca dos, si no hay nadie cerca marca tres, si hay alguien cerca marca cuatro, si llamaste porque te sientes sola marca cinco”.
Me pareció totalmente absurdo el mensaje, era tan redundante y sin sentido, no me dejaba demasiadas opciones, así que marque la que más se acercaba a mi sentir, la cinco. Al digitar, una voz masculina esta vez respondió del otro lado:
“Si estas sola marca uno, si estas acompañada marca dos, si no hay nadie cerca marca tres, si hay alguien cerca marca cuatro, si llamaste porque te sientes sola marca cinco”.
Otra vez lo mismo, raro. Esta vez marque opción uno, la respuesta fue:
“Si estas sola marca uno, si estas acompañada marca dos, si no hay nadie cerca marca tres, si hay alguien cerca marca cuatro, si llamaste porque te sientes sola marca cinco”.
No lo podía creer, esto ya esta colmando mi paciencia, voy a digitar una opción por ultima vez, la tres.
“Si estas sola marca uno, si estas acompañada marca dos, si no hay nadie cerca marca tres, si hay alguien cerca marca cuatro, si llamaste porque te sientes sola marca cinco”.
Colgué. Me quede pensando. Una sensación de vacío me embarga. Al cabo de siete minutos suena el teléfono, respondo; una vez femenina me habla: “Si estas sola marca uno, si estas acompañada marca dos, si no hay nadie cerca marca tres, si hay alguien cerca marca cuatro, si llamaste porque te sientes sola marca cinco”.
Ya nunca volví a sentirme sola.