De la colección Semana de Romance y Misterio



Silueta en la noche iluminada por la luz tenue
de una luna complaciente, farol que difumina
los contornos plácidos de aquella que
sin rostro, sin mirada, anochecida como sombra
espera alguna señal para avanzar un par de pasos.
Sé que vibra por una pasión estremecedora,
La supongo frágil, etérea, muda a mis reproches,
hija de las sombras que en el sideral silencio
sólo su corazón late y su alma arrulla un canto,
canto de esperanza, voz que se desgrana suave
sólo en los recónditos laberintos de su alma.
Llora, se encoge aunque no veo sus lágrimas
sé que me mira con ojos dormidos, lo sé
siento su orgullo deshecho por la locura,
noche de luna, sombras perfectas que se recogen
en los rincones de un patio difuso, escucho su voz
que implora por una palabra, palabra que abrirá
las puertas doradas de un deseo cumplido
quiero decirle a esa sombra sin nombre
que mis noches calladas siempre serán noches mudas
que no ansío ni deseo una noche de azahares
abriré las compuertas para que la luz de esa luna
se vacíe de contornos y sea luna nueva
la sombra sin silueta permanecerá en su silencio
y me dormiré profundo, soñando que soy libre…