No puedo mas que imaginarme un enorme enredo en mi cabeza. No tengo mas que sentimientos hostiles, que me punzan todos los días y que me insitan a deseperarme. No se donde estás... no creo que me puedas oír...
Pero a pesar de todo... la verdad tarde o temprano amanece dentro de mis sueños, iluminando todo a su paso, exterminando sombras y dejando al descubierto la desnudéz de la tontedad que uno puede tener, o haber ejercido en algún momento.
No creo que esté equivocado. Tenía dieciseis años... ahora estoy con veinte y sigo perdido en el silencio, sigo esclavo de la oscuridad más cegadora. Contemplo la verdad como un destello en la lejanía, que se acerca a mí fugazmente. En algún momento tocará mi corazón y me hará actuar como siempre debí hacerlo. La soledad se mezcla con la ternura de la cálida luz, y me regala lo más precioso que tengo... el secreto de mis sentimientos, que solamente míos son, y de nadie mas. La soledad me acoge con sus brazos tiernos y amables, pero yo, sabiendo que estoy haciendo, me duele hacerlo, por que no te tengo... inverosímil fantasía.
No puedo hacer nada para cambiar eso. Solo me queda disfrutar el dolor de la verdad, que me besa con compasión y con traición, como el beso de Judas.
Una vez más mi llanto de noche está solo, triste y mojando el suelo del infortunio. En mis sueños desapareces, pero te veo, y eso me duele... que te vayas, que te alejes de mi. Una vida quemada por el fuego, en angustia y ansiedad... ese soy yo.
Trato por todos los medio hacer las cosas más simples de lo que parecen, descubriendo sus verdades ocultas que nadie se atreve a descubrir y a gritarlas al viento con fuerza de tormenta. Es indispensable ese camino, pues si se hace tarde, tendré que lamentar una vida que no quiero sentirla, amarla en placer. No deseo ser víctima de la obligación ni de la descarada mansedumbre. Una vez más lloraré melancólicamente, y la luna me mirará y me dará nuevas luces, sonriéndome con comprensión (se me confunden las cosas y te veo reflejado en ella). Todo termina, todo se acerca a la que a su vez se torna mio, la verdad.
Para seguir el amor, es preciso crear algo muy difícil de hacer. Me basta pensar en ti y pecar en mi mente hasta cierto punto. A tu lado no puedo estar, pero es suficiente. Cuando te veo caminar... yo no puedo hacerlo junto a ti. Pero fuerzas me sobran para intentar ser parte de tu mundo, pero prefiero el desterrarme a lugares distantemente imaginarios, para que no veas mi dolor, para que no convertirme en el Rey de los Tontos.
Sólo sé que la verdad pronto estará sobre mi, y que nada podré controlar. Esa verdad me será revelada en forma de una lanza violentamente enterrada en mi pecho. No me importa si estoy solo, sin ti, puedo cargar con eso. Pero no quiero hacer lo que no quiero hacer; me llena de pavor la idea de que se realicen.
Mis errores son muchos,
y junto a sus verdades, dolorosos,
pero de ellos quiero hacer
una mezcla de hermososo colores
para pintar mi habitación,
y llenarla de nuevas esperanzas e ilusiones,
para danzar con las fantasías
en un enorme palacio lleno de alegrías.
Nada será igual ahora,
que la verdad está a punto de caer como un enorme piano de cola,
arrojado casualmente desde un enorme ventanal en plena avenida.
Pero me gustaría poder tocar
una nueva molodía,
mientras sufro el dolor
de tenerlo sobre mis costillas.
Otra oportunidad de ser,
la persona que siempre quise ser,
pero sin tu amor sufriré y aguantaré
la opresión hasta otras verdades,
pero espero que caigan suavemente
como plumas de esperanzadores ángeles.
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¿Qué pasaría si nos damos cuenta de qué estamos viviendo y haciendo en realidad? Cambios traen verdades aplastantes. |