el viento hace cosquillitas a los alambrados caidos, de este a oeste se presipita un calor que espanta.
no podre progamar mi cuerpo mas que de sudor, y mi mente solo repetira frases comunes acerca de la temperatura reinante. no tengo ocurrencias programadas en este horno natural, mas bien, pequeños exabruptos menopausicos, que como estertores, dibujan mi silueta de anonimosidad, y de trozos de nada, ardientes.
que decir del ambito elegido para mi agonia, que seleccione de entre un catalogo estupido, que cargoso se vuelca sobre los escritorios humedos de oficinas publicas, que yo mismo arende, a cambio de no morir desamparado en la ley de la soledad y el calor.
para que acuñar monedas con soles, si con este despansurrado escabe, alcanza para los vueltos y las propinas, y los cashe de los mendigos.