Kari, Kaaaaaaaaaari gritaba y a veces un poco más fuerte. -Deberías cerrar tus pantalones al menos- Un profundo trueno que se trabajaba en su vientre. Como que lo apretaba para que brotara una miel Con su lengua se la comía toda lenga dulce y suave pero tieza para ser un hombre no amaestrado escuchaban al fondo que decían arru ruu ruu mi niñaaaaaaaa dormían con arru ruus No debía tocarla en el punto magico porque gritaba Ahhhhhhh Ah y un Ah mayor que casi a mata era el primero que la amasaba aunque muchos antes la langueteaban sólo que éste tenía la forma más adecuada.
Texto agregado el 07-01-2005, y leído por 479 visitantes. (12 votos)