una muchacha va camino al bosque
mientras los lobos asustan en las tabernas
heroes y simios caminando por la carretera
vagabundos
sin vidas sin poesias que escribir sin trabajos
un puñado de trenes sin destino
y yo puedo ver en sus ojos las melancolicas manos
que tienen
manos secas
que no opacan la ferocidad del pueblo de pescadores (casta bruta y sincera)
un muchacho de cabello desordenado fuma
al costado del restaurant de mariscos
miles de gaviotas
miles de niñas felices con sus madres en navidad
miles de espiritus libres
sentados en las plazas, las escaleras de las iglesias
bebiendo y mirando el horizonte
del esqueletico origen seminal del ayer
un blues en el aire
mientras los vagabundos dan canticos silenciosos
en las esquinas (punto de encuentro de las pulgas)
y en las calles añejas de vino tinto
cigarros, revistas para leer
años que no veia el rostro de mi hermano
hurgeando en la basura
y buscando su voz.