El mar y el cielo
en un eterno abrazo,
allá, muy lejos
(haiku)
El mar, vagabundo de espumas, revuelto de vientos, alfombra de gaviotas, espejo de luna, sigue su camino.
El cielo, con carga de sol, con manchas de nubes, blancas como armiño, sigue su destino.
En el horizonte, solos, sin testigos, se unen los dos, se abrazan, se abrigan, se rozan las manos, murmuran, se acarician, salpican de azules, de rojos y amarillos. Encierran al sol entre finas líneas que pronto deshacen y quedan a oscuras, y son el ocaso, y son mi delirio...
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