Las seis de la mañana,
ella sigue en la barra,
hace 14 horas
que inicio la jornada,
con los ojos hundidos,
y la espalda quebrada,
Le duele la cabeza,
La música está alta,
La gente sigue "viva",
La coca...les da marcha.
Siete de la mañana,
La música no para,
La cabeza le estalla,
Tan solo tiene ganas,
De meterse en la cama.
Ocho de la mañana
Las piernas ya no aguantan,
Como si algo esperara,
La gente sigue ahí...
expectante, callada
como otras tantas noches,
que se hacen madrugadas,
ya se acabó la coca,
no hay más, hasta mañana.
Va en busca del revolver
Dos veces lo dispara
“Señores se acabó
Hay que ponerse en marcha”
como quien de un reloj
oye las campanadas
todo el mundo salió
era lo que esperaban.
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