En la noche la luna te llama soplando rosas, gloria y vino. En tu ausencia las nubes retuércense llamando al olvido. En mis sueños cada noche sus negra manos me apresan y al pritaneo me llevan a recordar aquel goce. Mas al despertar, de día entre laureles y olivo canta el harpa su himno entre notas de agonía. En la bruma la brisa te llama soplando desgracias al oído en tu ausencia la vida no quiéreme más ya ver vivo.
Texto agregado el 07-01-2005, y leído por 167 visitantes. (2 votos)