Si sobre lagos y mares
mi alma se reflejara
y los mapas celestiales
entre brumas me guiaran...

Si al empezar de nuevo
acabo donde acabara
antaño siguiendo el cierzo...
Si oyera cantar el arpa...

¿Sabría que estás muy cerca?
¿Dejarías que te sienta?

¿Dejarías que te roce?
¿Dejarías que te toque?

¿O huirías con espanto
al sentir en tí mi tacto?


Si, amor, sus azules ojos
con el azul confundieran
dioses repletos de enojos...
¡De amor morirían al verla!

Si otro sol acariciase
las dunas en el desierto...
Si otro sol iluminase
la catedral de su cuerpo...

Atroz arcano divino
por mis venas corre el vino.

Égloga en floridos campos
ven, ¡ven y dame tus manos!

Sol, luz, destino, mi suerte
¡ven!, ¡ven y dame la muerte!