como buen temeroso que soy, temo que mi diario
quede algun dia esparcido en el pavimento a la suerte del viento, e imagino,cual pesdilla despues de una paella, que unas pocas hojas acaso se salvan; quedando como testimonio de mi vida vaya a saber donde, en los bolsillos de que peaton. estas pesadillas, que no son mas que flashes molestos, pero que rompen bastante las que te dije,
determinan mi accion literaria y cada dia que escribo, vuelvo a explicarlo todo, poniendome un poco molesto, lo reconosco. una angustia existencial podriamos llamar a este mal aliento que emanan mis palabras.
desearia continuar monologando en la piel de jesus el de la cruz, y contar su vida en mi camion y en mi alma: por ejemplo. pero debo confesar que me resulta por demas dificil en este estado de abulia y de falta de inspiracion. tengo un ritual antes de escribir, y es comer vainillas mojadas en leche, pienso que esa papita, asi , impregnada de liquido: aumenta la creatividad, pero en el estado en que me encuentro...
ni una sopa con pan tostado, acaso pueda hacer que escriba el arroz con leche dos. de ahi a improvisar en la piel de nuestro guia... lo dejare para la proxima entrega.
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