si continuo contando mi vida con lujo de detalles,
he de parecerme, en no mucho espacio de tiempo mas, a una borriquita quincianiera.
me niego a relatar acerca del tiempo de esperas, que determinan mi vida, pues me averguenza que sepan, que vivo como plantado en una cita, y
cuan aburrida es esta profesion de chofer y la paciencia que hay que tener.
deseria poder escribir: dia uno, tal acotecimento cotideano, cargado de magia y de misterio, y de sabrosas vivencias mundanas. pero me pregunto para que, que sentido tiendria( o tiene) relatar las pesadas mañanas buracritas que padesco, como moneda corriente, corriendo detras del espediente en cuestion, que aparte viaja de manos en manos, hasta termina en la baulera de un espastico empleado, que olvido los tramites mios.
¿deberia yo considerar la butaca vacia, y escribirle a los espectros notitas de despedida o de bienvenida, segun el caso, e inventar romances invisibles, que gobiernen mis actos y mis sentimientos?...cheee.
no.
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