Y palpando el no se qué de ese límite casi imperceptible entre la sonrisa casual y la morbosa complicidad de miradas que al cruzarse rebotan fundidas sobre los vidriados muros de la ciudad, decidieron mejor calmar sus afanes al tenor de una conversación sin importancia, mientras veían escapar unos revoltosos minutos de felicidad desatada, surcando el vacío de otro abrazo a medias, de ese todo a medias, con el que demasiado pronto y demasiado bien, habían aprendido a vivir......
Texto agregado el 06-01-2005, y leído por 128
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Lectores Opinan
12-01-2005
nunca es facil aprender a vivir asi. y ojala q nunca "tengamos que" hacerlo. un beso grande sabrina
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