En la inmensidad del universo
allí está mi soledad,
vagando como espirítu errante,
buscando con quien estar.

Buscando lo que no existe,
buscando el amor de verdad.
Un día... me acordé
que una vez,sólo una vez ame.

Me acorde de su nombre,
me acorde de su piel,
me acorde de un hombre
que me quitó la miel;
la miel de mis besos
la dulzura de mi ternura
que me chupo hasta los huesos
y mis sentimientos los boto a la basura...

Con la dulzura de sus caricias
con el fuego de su pasión
con la intensidad de su deseo
me robó el corazón.

Con la agua cristalina
de su mirada...
jamás! pensé que podría
ser engañada...

Pero en fin...
el invierno llego nuevamente
a mi corazón,
está vez para quedarse,
para siempre...
estinguiendo el fuego de mi pasión...