Inicio / Cuenteros Locales / sofiasol / YO LO SABIA
Yo lo sabía. Como un gris presentimiento tu cuerpo moreno abarcaba despacio mi vida, como una pequeña gota (la que orada la piedra).
Yo lo sabía y no hice nada para detenerlo. Me dejé influir por el destino universal de las sensaciones. Fui lentamente acompañada por la sobrecogedora fuerza de tus aguas y tu devoción casi religiosa.
Yo lo sabía. Y era tan dulce dejarse amar como en un recuerdo de primer amor, que intenté ser feliz y correspondida. Quise ser apretada cálidamente en los brazos de alguien para quien el olor de mi piel fuese único e irrepetible. Inconfundible y placentero.
Yo lo sabía. Ni siquiera intenté impedir que te acercaras, ni te humillé con mis miedos con forma de saeta. Te acaricié y el roce valió la pena. Te besé y el sabor de tus labios tenían el componente secreto de mis sueños: humo, niebla. El vino que distingue, la pasión que nace soberbia entre las cenizas y los afanes por gustar.
Yo lo sabía y no intenté olvidarlo. Te hacías imprescindible y secreto entre los pliegues de mis sábanas y en los espacios cerrados de mi cuerpo. Tu voz adquiría hondura de sagrario para tus palabras técnicamente talladas en la dura piedra del adiós.
Yo lo sabía. Nunca intenté contradecir mi destino de mujer, que reúne entre sus fatalidades el ser capullo, flor, rama, concavidad y silencio. Nunca intenté gobernar tus pasiones o ser parte de tu sacrificio cotidiano. De ti sólo espere el abrazo cálido y la preocupación infinita que tienen tus ojos al mirarme.
Yo lo sabía. El tiempo se acababa, los rostros amados nunca serían los mismos, ni distintos, ni otros, simplemente dejarían de importar. Se opacarían ante la fuerza de lo vital: vos y tu boca dibujada. Vos y tu fuerza selvática conduciéndome a un espacio que no es ni será mío.
Yo lo sabía. Tu olvido sería un recuerdo permanente en mi estructura, en mi cuerpo salado de lágrimas. Tu presencia es el fuego del infierno, es un mar un minuto antes del naufragio.
Yo lo sabía. Te amo. Nunca pude evitar los riesgos. Ni aún sabiendo que el riesgo eras vos. Vos y tu ausencia. Yo lo sabía. El tiempo se termina y al final está el laberinto de rocas vivas. Todo se mueve en el caos de sonidos y sentimientos que forman mi vida. Todo se mueve y tu ausencia está presente en cada gesto mínimo, en cada minuto deliberadamente largo en que mi mente te imagina acariciándome.
Yo lo sabía y sólo intenté ser tuya con una fingida despreocupación que no te inquietara. Yo lo sabía. Queda solo alguna foto mental que no grabará con precisión tu rostro y tus mil gestos ínfimos. Queda en mi corazón, un recuerdo de haberme sentido amada por una vez entre la bruma de la ciudad y su cotidiano correr.
|
Texto agregado el 05-01-2005, y leído por 196
visitantes. (3 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
05-01-2005 |
|
un bello poema al amor sofiasol, el amor aunque dure un segundo si es compartido con eso, con amor, durará una eternidad.
estrellas curiche |
|
| |
|
|
05-01-2005 |
|
Bonito, si señora...bonito y cuanto sentimiento!!!.
Un saludo. Eulba |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|