Vestía igual que ayer, la vi marchar, se me cerraron los ojos por la insolencia de un insano sol que hacía un buen rato nos despertó. La vi subir a aquel taxi, lo vi acelerar llevándosela de mi lado, en mi cabeza el recuerdo, en mi mano las llaves del hogar, en mis labios el sabor de sus cabellos y en mi corazón... que quieren que les diga, en ese viejo corazón mas viejo por experiencias que por edad se delataban multitud de sentimientos.
Ahora es de noche, ahora solo se escucha el viento, igual que ayer, furtivo, perezoso de molestarme, el día había pasado lentamente, la noche se antojaba eterna, lenta, pesada, no como ayer. A mi espalda tengo la cama que me espera como se espera algo común, lo que ayer era un paraiso ahora lo veo como una tortura, desde aqui puedo notar su olor llenar mis sábanas, puedo ver su hueco, puedo notar su sombra, ¿qué quieren que les diga?, ahora si se lo que no supe en aquel momento en que el taxi se marchó, ella no está en mi cama, claro que no, ¿cómo podría estar en dos lugares a la vez? pq donde ella está es en mi corazón.
¿que quieren que les diga? si estas líneas las escribo tan deprisa como recuerdos se arremolinan en mi mente, como susurros me caben en el corazón, si cada palabra que siente, se retuerce ferozmente para no dejarme decir adios. |