Sabado 15 de diciembre...1998, cuatro de la y tarde, calor, pero mucho calor. Una larga fila fuera del Teatro Cariola, era la función gratuita de una escuela de Danza en donde practicaba Paula, la prima de Alexia. Era la presentación de fin de año, en donde todos los niveles demostraban lo aprendido durante el año y justificaban lo costoso de las mensualidades y los trajes plagados de lentejuelas y brillos encegecedores, sus rosadas zapatillas "chicle"; en fin, todo lo cursi pero bello que puede concernir al ballet. Alexia asistía todos lo años, este era el cuarto, sabía casi de memoria el programa, siempre era igual: los diez primeros bailes eran unos temas clasicos de strauss, chaikovski...etc; protagonizado por diminutas bailarinas de entre cuatro y ocho años. Acto seguido, las mas grandecitas representanso "solos" de mejor calidad que los tiernos primeros bailes. Pero la "creme de la creme" eran los cinco últimos bailes...danza española: Flamenco.
Cuando por fin logró entrar empujando señoras perfumadas a " Paloma Picazzo" y recibiendo pizotones de padres anciosos por ver a sus "princesitas", buscó un asiento en la galeria...¡todo repleto!. Se inmiscuyó con los invitados especiales, de esos que tenían invitación firmada por la Directora de la academia, subió al segundo nivel, a Palco, y se insataló en uno desocupado. Esperó mientras se refrescaba las sienes con la botella de agua mineral "transpirada" que había comprado a un ambulante en las afueras del teatro. Sentada, abrió sus piernas levantó un poco su vestido para asi dejar enfriar lo que no podía alcanzar con la botella. Estaba literalmente "hechada" sobre el tapizado rojo asiento. Su vestido de verano resaltaba sus curvas y se le pegaba al cuerpo, era como una sobre-piel.
Las luces se apagaron y Alexia se enderezó rapidamente, miro a su alrededor y nadie mas al parecer debía ocupar ese palco. Mejor así, pensó.
Comenzó el ballet. Intermedio. Segundo acto. Lalala, el ballet. En fin, faltaban minutos para lo esperado...y comenzó. Puso sus ojos en el escenario y empezó a disfrutar el espectaculo hasta que de pronto una mano le tomo el hombro: un hombre. Se levantó del asiento y nerviosa y susurrante le pedía disculpas. El le tapó los labios con su mano y le hizo un gesto de que no se preocupara pero que guardara silencio. Alexia volvió a su asiento enrojecida de verguenza y rabia, no sabía quien era aquel tipo pero le parecía muy atractivo, tenía los ojos negros y la piel muy blanca, rico¡¡¡. El, seriamente observaba el ballet...ella entre ojo lo observaba a el. Y el show continuaba y Alexia comenzaba a sentir calor entre sus piernas y las abria y las cerraba y... eh¡¡, el tipo se sentó a los pies de esta y le levantó el vestido y entre calzon humedo y vestido pegado al asiento le hizo sexo oral mientras el show estaba en el climax, haciendo a esta llegar al mismo. Alexia se enderezó y le tomo la cara lo miró y suspiró, el sonrió, se limpió la boca y volvió al asiento...Alexia estaba mas perturbada que de lo común, jamás algien le había hecho sexo oral en el palco de un teatro...bueno, creo que a nadie...no?.
Al encenderse las luces, Alexia se ruborizó hasta el punto de tapar su cara son el cabello, no podía mas de verguenza, se disponía a sair del palco cuando se dió vuelta para mirar a su sensual compañero de asiento, este esperaba eso, asi que la tomó y la besó apasionadamente, con los ojos cerrados, Alexia aún creía oir la musica flamenca, pero era su imaginación, se besaron mucho rato. Se miraron y sonrieron. Salieron cada uno por su lado y al despedirse fuera del teatro lo último que oyo Alexia fué: "¡Te veo el próximo año... para tu sabes que, no?, el flamenco...chao¡¡". Chao, respondio Alexia con una mirada boba. Sabía que el próximo año sería igual de bueno. |