Hoy momentos en que le entran esos bríos de “estoy dispuesto a correr cualquier riesgo con el fin de lograr lo que quiero”, dispuestos a jugarlo todo por el todo, dispuestos a poner todo el empeño en alcanzar un algo, momentos en que nos apasionamos tanto de ciertas tareas que las hacemos nuestras.
En momentos como esos no es bueno tomar decisiones, siempre nos hacen quedar mal pues casi siempre reina esos momentos de monótono caminar donde las fuerzas solo sirven para hacer lo indispensable para continuar viviendo.