CADENAS
De nuevo acá, recuerdo entre palabras sombrías que cada momento es eso, sólo un momento efímero en la rueda inmemorial del tiempo. Y yo, sólo soy un grano de arena en la clepsidra eterna de Dios.
De nuevo acá olvidé mis recuerdos voluntariamente. Y no me quedó nada de ningún ayer. Las manos vacías, el pecho ahuecado en mi interior, y una sensación de soledad clara y permanente que nunca, nunca será compañía.
De nuevo recuerdo sólo retazos de mi vida entre libros, y no distingo entre los textos y mi vida real. Mi vida real eran los libros. La muchacha que sufría la ausencia de su amor y éste irrumpía un día dorado llenándolo todo de luz. Los libros son inciertos, la vida lo es aún más.
De nuevo acá, no puedo entender el porqué de mis pulsiones que me empujan a actuar de ésta forma y sólo de ésta forma. Y no de otra más conveniente. Nunca pude manejar la conveniencia. Jamás supe lo que era mas adecuado para mí. Siempre sentí dolor en las despedidas. Nunca fui feliz al decir adiós.
De nuevo acá sonrío ante la vida que sigue pasando y sigue y sigue sin final. Nunca termina, y yo pequeño engranaje destinado a oxidarme y desaparecer, seré reemplazado por un engranaje más joven. ¿Porqué entonces me desvivo por vivir? ¿Porqué este fanatismo ardiente de ver sólo mi vida de eslabón, sin tener noción de que sólo eso soy? Un eslabón pequeño y no perfecto. Un eslabón que ni siquiera sé si está completo. ¿Porqué no puedo integrar mis raíces, mi ser eslabón a la cadena, al árbol? Me afano en representar con elegancia mi obra de vida, sin notar que a nadie le importa. Quiero ser yo, sin darme cuenta siquiera que “yo” no existe. Que “yo” no es nada. Yo es sólo una palabra vacía de significado que se llena cuando la nombro y digo YO SOY. ¿Qué soy? Ärbol, raíz, cadena, eslabón, cuerda, momento, palabra, acto. Que soy. Materia infinita del mundo. Recuerdo...
En mi mente viven mis recuerdos olvidados, viven sin que yo los reconozca.
De nuevo acá, perduro en mis momentos de angustia y de deseo. Deseo ser. No me conforma el destino de cadena que ignora mi “ser” especial.
De nuevo acá. En esta soledad cargada de pensamientos y sentidos. De nuevo acá, y no puedo ni siquiera moverme en alguna dirección.
De nuevo acá, un día más. Sólo un día más. Nada más que eso. Un día, veinticuatro horas... miles de segundos que se llenan si yo los vivo.
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