Tan pequeña y sin forma. Se calienta con el sol veranil que abrasa el pasto para ponerlo amarillo (con abrazo tambien sirve). Es una situacion de esas que no tienen salida, callejon de suburbio, circulo vicioso. Perdida de la identidad de lo conocido por salirse del lugar comun. La gente no sabe entenderlo aun sabiendolo. Abrasa viene de brasa, abrazo de circulo, rodear, cercar sin querer, queriendo.
Una lenta y detallada descripcion de la chica le ayuda a conciliar el sueño, o fomentar el sueño. Crea ambientes oniricos donde la ve sin rostros ni rimas, tan solo con expresiones efusivas sometidas a la irracionalidad pacifica de no saber que hacer. Fluidez tranquila de los pensamientos que le circulan su cabeza de simio con cuerpo de humano, brusquedad intrinseca de saberse destinado a las cavernas prisioneras de las reflexiones sin final. "Nada tiene final" se dice evocando su silueta inventada de ojos cruzados y de color indefinido. La crea con barro, con trigo, con aire claro de noche clara o dia claro, o viento silbante de los de otoños arcaicos, tiempo cercano en la memoria, pero inalcanzable en todas las realidades.

Hoja amarilla cayendo de arbol, meciendose entre las ramas y el suelo cubierto de compañeras de exilio, detenerse con suavidad en una parada infinita. "Pero eso es un recuerdo" se dice. "Es del otro sitio". La busqueda de ese sitio le motiva : inventa, melodiza, silencia.

Armar lentamente. Sumar otro detalle. El pelo inexorable bailando descordinadamente a la par con la brisa, distinta a la otoñal. Un cambio de mundo, radical, certero, del todo posible dentro de la imaginacion que todo lo puede, que no vence reglas ni se somete a sus logicas. Amarrando, amarrando, armando silenciosamente juegos destinados a la busqueda de la felicidad creada. La unica posible. "Destiempo" murmura lentamente. "Destiempo... destiempo" le hace decir a ella en baile de cosas inexistentes, canto ventoso acariciante de rincones llenos de esencias, aromas de mente, de ojo en palpitar maduro. Un giro y es otoño otra vez. Hoja cavilando entre la eternidad y el suelo, deslizandose con coqueteria por un espacio destinado a sus vaivenes animados. Va de un lado a otro, cada vez mas cerca y mas lejos, abriendo brechas que se creian cerradas o puertas que parecen de vidrio. Hoja cayendo, subiendo, andando sin piernas en el vacio pleno. Hoja volando al lado de ella voladora que tiene ojos de color indefinible y marca el ritmo con risas inaudibles, inauditas. ¿Nadie sabe?, ¿nadie habla?. Ilusion de mecerse, con la hoja y la ella en un trio espectral de mundo inventado.