Alma de niña, cuerpo de joven, pasión de mujer.
No estás pero siento tu alma presente...
paradoja perpetua y extraña de siempres
jamases o nuncas, de besos robados,
de gritos silentes.

Y aún solo en mi lecho,... aún si estás ausente
yo beso tu boca y acaricio tu frente.
Amor de momentos, de entregas intensas
que germinan en llantos que no florecen.

Abrazado a mi nostalgia y al calor de tus besos
me arrulla el recuerdo de tu cuerpo joven,
y sintiendo la paz de tu alma de niña
ahogo un sollozo y me duermo... me duermo.