Hoy la bóveda celeste
ha descolgado su nostalgia
tejiendo su manto de estrellas
con el brillo de mis lágrimas...
Hoy se desencadena mi tormenta,
asolando sueños que no me pertenecen,
apagando suspiros sin destino,
diluídos en la niebla del no verte...
El ayer me sobreviene, de repente,
desesperando los sueños que aún no viven,
azotando verdades aún errantes,
desgastando mi sentir nada tenue...
Ese ayer al que asida me muevo,
despertando ilusiones dormidas,
dando paso a esa vida que vislumbro
en el horizonte dibujado en tu atardecer...
Y el mañana, tal vez vagabundo,
incrustado en sublimes esperanzas,
que desgajo del todo sin nombre...
¿Hacia dónde van dirigidos mis pasos...?
A ese mañana con rostro de payaso,
que sonríe a mis dudas sin cansancio,
que corroe mis ilusiones en calma,
que se sumerge desnudo en mi abrazo...
Presencia latente de vida viviendo,
penumbra insegura de alma dolorida,
murmullo lejano de voces mudas
que guían mi destino, a ninguna parte...
Agonía victoriosa de mi alma con fe,
peregrina en el camino hacia la verdad,
mendiga del aura de un mundo mejor,
cortina de estrellas, tu dulce mirar...
Perdida en tu laberinto de inseguridades,
rodeo ese cerco de tu fortaleza,
conquistada amando tu esencia desnuda,
libertad vedada por tu mar de lamentos
que escucho..., con melodía de soledad.
(22/12/04) |