“Me abro paso
entre los cuerpos,
entre los seres
que ya no serán.
El camino está manchado
de sangre,
de espadas, cuchillos,
cuerdas, lágrimas
y gritos de dolor.
Levanto la mirada,
hacia el horizonte
y allí le veo, de pie, otra vez;
sonríe y me señala.
Cierro los puños,
bajo la cabeza,
le doy la espalda ...
y un golpe.
Veo cuchillos, lágrimas,
espadas, gritos de dolor,
una vida perdida;
lloro.
El ruido de mi cerebro,
me hace volver a la realidad.
Corazón, deja de golpear mi cuerpo,
pulmones, dejad de hinchar mi pecho.”
|