Día Cuatro Has preferido mirarme directamente a los huesos y no encontraste el frío que esperabas. Recuerdo que eras una vagabunda hoja seca y mis palabras un fogón resucitado. Los ángeles en el clóset se acomodan para ver tu destrucción silenciosa. Yo no se si fue premeditado, pero el hecho es que tus cenizas las lavó la lluvia.
Texto agregado el 08-07-2003, y leído por 194 visitantes. (2 votos)