Extraño el verte pasar enfrente de mí, como si nada te importara como si todos te vieran. Como si lo más importante fuera ese contoneo de cola que te queda bastante bien. Extraño esa sonrisa mágica, que con solo verla me hace olvidar. Aunque mas me gustaría sacarte de mi mente. Es lo único que no olvido. Como cuando en las noches eras lo único que pienso, de hecho tú eres la causa de mi desvelo. El solo imaginar ver tu rostro entre metido en la almohada. Regando por toda tu habitación ese aroma tan tuyo. O esos cabellos dorados, que solo se posan sobre tu cama. Como me gustaría saber que me quiere más que un amigo. Recuerdo todas la veces que me dices que me quiere pero no se si es en serio. No se, me gusta pensar que eres mi. Que nací para ti. Pero después de meditar me doy cuenta de que no es cierto, ya que ni en mi sueños mas hermosos eres mía. Cuanto daría por volver a ver tus ojos clavados en los míos, o como me mirabas con tu espejo cuando fingías que te maquillabas. Como extraño el estar a tu lado y sentir el calor que tiene tu cuerpo. No puedo creer el haberme enamorado de tus manos. Esas manos que estaban llenas de sudor. Tal vez de nervios yo que se. Mi más grande recuerdo tuyo es la vez que nos besamos. Que mis labios por fin tocaron los tuyos, acariciándolos suavemente. El sentir tu respiración en mi cara. El abrí los ojos y ver que tú también los tenias abierto tal ves por desconfiada, o solo tal ves por que querías ver mi rostro. Y ahora te extraño. Te extraño muchísimo.