Somos hijos de la tierra, somos hijos del sol, vaya calma la que recorre con los ángulos vacíos de la libertad que anhelan algunos hombres, no escribas más, piensa seguro, la injusticia acaecida me enferma, el lóbrego cuidadoso me aqueja, solo quiere sentir, el hambre lo apodera, el poder lo corrompe, el vecino lo maltrata.
Nadie jamás ha visto si quedaba algún vestigio de amparo, me entristece, me agobia, y vuelvo a hacer. Mi inspiración se vuelca a la injusticia de la lucha. Por ser diferente lo juzgaron, ahora yace en la bóveda vacía, no sabe que soñar, no sabe que pensar, le han arrancado sus sueños. ¿Que es lo que nos queda si no es esto? Al final del día, ¿para que luchamos? Su alma descansa con la satisfacción de que luchó en la vida, su meta estaba clara, pero cuando la logró, ¿Qué obtuvo?, lo más importante es lograr la felicidad, vaya utopía, la que nos permite seguir avanzando. No te quejes más, yo tampoco lo haré, vaya cromatismo que revienta los ojos ensangrentados de los que gritaron.
Tranquilidad, paz, eso es lo que reina el ambiente, cuando ya los caídos, han marchado. Su camino ha estado completo, nunca se acabaran estos hombres, pues la vida de lucha, continuara en los ideales de los que mucho saben, pero nada temen, vayan, arriésguense, si no es en esta ida, ¿en cual será?, vaya temor el que reinaba si no me arriesgaba. Aquí estoy, luchando, no cambiaré mi discurso.
Si bien la sociedad no supo aceptar a la gitana indolente, al comparecer ante ciegos inútiles de desprecio, figuras antiguas y vacíos de almas, no pasarás despavorido frente a sus ojos, alguna huella de incertidumbre dejarás en aquellos que alguna vez avanzaron inertes de sabiduría, creyendo que nuestras vidas, siendo manejadas por hilos invisibles, serán conductoras de desastres.
Lo bueno será pensar diferente, no caerás en el vacío de la ignorancia ya que tú opinión encarnecida en estos tiempos, no sobrepasará a los seres que alguna vez no te escucharon.
Porque alzar ahora nuestras voces, servirá para que el mundo rodeado de injusticia, transforme a las personas cegadas por la recóndita malicia. Por esto gritemos y descubramos lo que realmente vamos a finalizar viviendo.
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