En esa calle,
pareces un gato enfermo de irresolutas anarquias,
son tus grietas las que despiden cenizas,
yo no invento,
tú inventaste ese ropaje de bárbaro germano,
de perro sin amo.
tus alegrías aún se vierten en el charco,
y tu ímpetu es tu ciudad amurallada,
la más hermosa, la que nunca es dominada.

Amigo,
te abrazaría pero caes muy de prisa
...
Amigo,cuando mueras en ese lugar,
recuerda que el suelo nos comunica.