Y se preguntaba: ¿porqué he de ver, porqué?. Si todo está cubierto por tinieblas, si el miedo penetra hasta hacerme sangrar, si he de dejar escapar lo que a mis ojos hace brillar. Y en un momento de desesperación rompio su garganta y su desgarrador aullido penetro hasta lo más recóndito del bosque.
Sus ojos se fijaron en esa imégen sutil pero directa y el horro que sintio al ver hacia el futuro fue tan intenso, que su cuerpo -obedeciendo a las órdenes de su cerebro- sucumbio.
Después de haberse perdido en su propio tiempo volvio en si, el viento acariciaba todo lo que se encontraba alrrededor, su cabello volaba graciosa y suavemente, tanto, que te invitaba a esbozar una leve sonrisa.
Sus pies comenzaron a avanzar lentamente, uno tras otro, sin meditar, sin sentido, sólo caminar bajo los cristales que caían de un inmenso azúl. Sintio como una mano pesada y fuerte traspasaba su cuerpo, entrando por la espina dorsal y saliendo por ese hoyo negro a través del cual nos aferramos a la vida desde antes de nacer.
¿Qué horrible pensamiento había provocado ésto?, ¿qué mente irracional pudo entorpecer su razón? y el dolor viajo indistintamente por todo su cuerpo, de un lado a otro, todos y cada uno de los rincones de su cuerpoinundados por un dolor seco y agudo.
Después de unm largo rato el dolor fue desapareciendo, el tiempo parecia detenerse, volteo en todas direcciones y el temor de tener que ver se había esfumado junto con su dolor...sólo quedaron ella y el tiempo.
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