Su sangre escurría...
pero no le importó
su esposa lloraba por él
pero solo sonreía.
Su padre lo miraba...
Él entendía.
Un sacerdote rezaba...
Él cerró sus ojos.
Fué cuando después...
ya no sintió.
Cuando su esposa gritó
Cuando su padre solo
se marchó
Cuando el sacerdote
le arrancó el corazón
y lo ofreció
a su dios...
Ahora esta muerto
pero vivo
junto a sus ancestros
del mismo destino
por el bienestar de su pueblo su familia
su cultura...
Texto agregado el 28-12-2004, y leído por 154
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
11-06-2005
Este es un buen poema! créemelo.***** sigue escribiendo de esta manera es lo que mejor te va. Un saludo desde manzanas. se te extraña.
pearl