En un mar lleno de sed.
descansa fría y tranquila,
aniquilando pedazos de fe,
muriendo de rodillas.
Cada vez que miraba hacia ella,
herida maligna,
las sonrisas circulaban sin paz,
como contraídas.
a la luz,
caerás,
a la luz.
Texto agregado el 25-12-2004, y leído por 125
visitantes. (3 votos)