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El Inmortal Crimen





Mis segundos pasaban lentos en una noche igual e perezosa , las flores casi marchita lograban sonreír entre el fruncir irremediablemente de mi seño y claro, esa calle de piedras sin sentido insultaba mi tez con cada resbalar de los huelles y bien , podía sentir sin sentir nada el aplaudir del engaño entre mis lagrimas de rabia , que se acoplaban tan fuertes como el mismísimo sulfurar de la lava . el solo hecho de haber escuchado que su piel resbalaba mojada entre el placer de las carnes me tenían inquieto entre tantos pensamientos y miradas hacia el arrodillado cielo , es que otra vez el vació de casa se escuchaba hablar entre el trago fuerte entre mis dedos y el mismísimo cigarrillo haciendo humo entre el vació y la bruma y que mas puedo hacer si ella aquí ya no esta , solo estoy otra vez , intentando mover mi sucia vista del cómplice cuchillo que aun que muerte me decía tómame, tómame , me increpaba como si vivo estuviera entre estas tablas , pero no, ya la madrugada cantaba por mi pena en este valle de infierno , que me hacia mirar los cerros viejos sin yo querer hacerlo , y bien , una vez mas el indescriptible aroma al rencor caía injusto en mis pasos hacia la muerte y sin querer pensar camine sin oír y arriscando los dientes , pues claro, el impuro engaño que una vez mas en mi pecho latía era el fiel testigo del punzante entre mis yemas rojas y partidas , que provocaban tanta maldad entre la madrugada y el inocente cantar de las voladoras aves , recuerdo muy bien la antigua noche en que esta misma despedida del mundo se cubría en rojizo por un pasado engaño y que la misma madera agujerada que fue testigo de mi mente enferma , saltaba al oír los labios de ambos agonizar , que se deleitaban tan fuertes mis sienes como la abeja lanzándose al néctar y que cada paso agigantado hacia el descubrir de este abandono apretaban mas aun mis manos como cuando rezo para sanarme y así , sin darme cuenta podía olfatear los pasos de su vientre entre el orgullo de aquel hombre y entre el plástico que reemplazaba al vidrio podía mirar casi sin ver el arrepentimiento loco que me ofrecía , pues la ira y el dolor que reaccionaba sin pensar en mi inconsciente , bajaba sin molestar tamaña escena , pero los gritos me erguían y esos orificios de piedad que sin yo hundirlos se entraban , eran solo pasajes mientras ya sentía cadáveres pasearse por mi nariz como si fueran una ortiga y así patie esa puerta débil , que cómplice me entregaba el placer convertido en el mas impuro alcohol vaciado sin dejar gotas hacia la mas profunda herida , pero claro otra vez podía apreciar esas miradas débiles e hipócritas que se reflejaban tanto a la de un impala mirando a la hiena en la jaula maldita y bien , sin duda esta vez nada seria lo mismo , pues los pies de mis penúltimas victimas flotaban en el aire y solo observaban mi piel atónita que sin yo reaccionar me aplastaban lentamente con esas poses entre lo paranormal , tanto así , que ya la filuda arma posaba en el suelo y yo ardía en asombro , que el solo hecho de pensar el momento y mi niñez herida me hacían caminar hacia el silencio perpetuo y dejarme vencer por aquellas almas cubierta de tedio , que si bien daño no me hacían podían mostrarme el mundo y hacerme imaginar una corona de espinas para el resto de mis días. En el momento que frente a frente estábamos podían sin hablar culparme y odiarme por matar tan jóvenes almas , pues el solo recordar sus cuerpos desmembrados entre mi prepotencia y el calor de mi engaño apagaban mas el querer estar vivo mientras ya casi desaparecían en aquella pared cómplice , que no seria testigo si lo contara , claro, nadie lo creería , pues la tan solo presencia de esas auras buscando respuesta a la muerte , me hacían bajar junto al roció y mirar el vació de aquellas cuatro paredes, y bien , me retiraba de esa humilde choza , con las manos pegadas al cuerpo y mi mente engañada que se perdía tan rápido como mis piernas arrancando del miedo , entre el disparo cobarde que hacia mover mis hombros sentía el rasguño en mi cara mientras la luna aventaba gotas en esa casi amanecida tan poco rosada que sepultaba mi cerebro neutro , que corría sin saber a donde y que cubierto de orgullo sangrando conseguía que aquí frente a los árboles el rumbo fuera el viento entre estos tan nerviosos trancos , que e incluso me hacían pensar en el dios que nunca tuve y en la llamada madre que jamás como hijo me tubo y que solo en este pantano de rebeldía me inserto , para no salir mas nunca para no volver mas nunca.

Texto agregado el 24-12-2004, y leído por 219 visitantes. (0 votos)


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